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SEÚL, 3 may (Reuters) – La economía aislada de Corea del Norte no estará a resguardo de los vientos en contra de la economía mundial causados por la guerra de Ucrania y las cuarentenas por COVID-19 en China, según los analistas, con el comercio fronterizo recientemente reanudado recibiendo un golpe y la inflación exacerbando la escasez de alimentos.

Las estrictas sanciones internacionales prohíben o restringen amplias categorías de importaciones y exportaciones norcoreanas, y el país bloqueó su frontera durante años para evitar brotes de COVID-19. Las catástrofes naturales, como las inundaciones, también han hecho mella en las cosechas y dañado las infraestructuras.

El goteo de comercio y ayuda que se reanudó a través de la frontera terrestre con China en enero probablemente no alivió la escasez de alimentos, y el comercio se suspendió de nuevo la semana pasada al aumentar los casos de COVID-19 en China, según los analistas. Las imágenes de satélite muestran que las mercancías permanecen durante semanas o meses en cuarentena en las instalaciones portuarias terrestres y marítimas.

«Como los precios de los alimentos en Corea del Norte se mueven a menudo en paralelo con los precios mundiales, es probable que veamos que las subidas actuales de los precios de los alimentos se reflejen también en Corea del Norte con el tiempo», dijo Benjamin Katzeff Silberstein, un experto económico del Centro Stimson, con sede en Estados Unidos.

Las organizaciones internacionales de ayuda han retirado a la mayor parte de su personal del país en medio del prolongado cierre de las fronteras, y dicen que es difícil saber con exactitud la gravedad de la situación.

El año pasado, el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Corea del Norte dijo que las personas más vulnerables del país corren el riesgo de morir de hambre durante la pandemia de COVID-19.

El Gobierno de Corea del Norte ha reconocido que la situación alimentaria es tensa, pero ha rebatido las informaciones que afirman que no está abasteciendo a los residentes.

El Programa Mundial de Alimentos estimó que, incluso antes de que se produjera la pandemia, 11 millones de personas -más del 40% de la población- estaban desnutridas y necesitaban ayuda humanitaria.

UNA VENTAJA PARA EL CARBÓN ILÍCITO

El aumento de los precios de la energía en todo el mundo ayudará probablemente a los productores de carbón norcoreanos, según Katzeff Silberstein.

El carbón norcoreano -cuya exportación está prohibida por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas- cuesta una fracción de la media mundial. Pero los precios se han disparado un 40% en los últimos seis meses, según el Daily NK, con sede en Seúl, que hace un seguimiento de los precios de las materias primas en el Norte.

El contrabando de carbón se mantuvo en niveles relativamente bajos debido al sellado de las fronteras, pero aumentó en el segundo semestre del año pasado, según el último informe anual de la ONU elaborado por observadores independientes de las sanciones.

Esto puede ayudar a llenar las arcas del régimen, pero los correspondientes aumentos en los precios del carbón nacional podrían causar un mayor daño a los residentes en el país.

Es difícil separar los efectos de la crisis de Ucrania de otros factores, pero Corea del Norte es claramente susceptible a las tendencias económicas mundiales, dijo Christopher Green, un especialista en Corea de la Universidad de Leiden en los Países Bajos.

«En términos generales, si China entrara en recesión -lo que también sería imposible de achacar a Ucrania, dados todos los demás problemas a los que se enfrenta China-, las exportaciones de Corea del Norte caerían», dijo.

PROYECTOS INSOSTENIBLES

El líder Kim Jong Un ha prometido mejorar el nivel de vida con grandes proyectos de construcción y desarrollo rural, y este año ha realizado una serie de exhibiciones civiles y militares.

El mes pasado, Kim inauguró miles de apartamentos nuevos en Pionyang, y los medios de comunicación estatales informaron de que en algunas zonas agrícolas se estaba tratando de mejorar el rendimiento de las cosechas mediante el uso de «abono casero», la mejora de los tractores y la adopción de nuevos métodos para el cultivo de arroz.

Las autoridades también han tomado medidas para protegerse de las inundaciones y las sequías, incluyendo el despliegue de más bombas hidráulicas, informaron los medios estatales.

Muchos de estos esfuerzos se basan en la movilización de masas de trabajadores debido a la falta de equipos pesados y suministros, dijo Lee Jongkyu, miembro del Instituto de Desarrollo de Corea en Seúl.

«A corto plazo, estos proyectos pueden ser eficaces, pero no son sostenibles a medio y largo plazo», dijo.