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Un importante fenómeno de migración escolar está ocurriendo en nuestro país. Resulta que, a diciembre del año pasado, más de 440 mil alumnos pasaron de colegios privados a públicos, mientras que las escuelas de zonas rurales, previo a la pandemia, tenían más de 1 millón 200 mil estudiantes, hoy cuentan con más de 2 millones 400 mil alumnos.

Solo el año pasado, las 51, 594 escuelas rurales públicas albergaron a más de 2 millones de alumnos, con locales que, en su mayoría, no cuentan con servicios básicos ni infraestructura adecuada. ¿Pero qué está produciendo este desplazamiento de colegios urbanos a rurales?

“Si estabas sin trabajo, quizá era mejor regresar a tu comunidad con tu familia. Era un poco más seguro. Algunos de ellos han regresado y otros se han quedado, ellos probablemente tengan problema de matrícula o de espacio”, señaló Sandra Carrillo, del Instituto de Estudios Peruanos.

En esa misma línea, en su intento por resolver el problema de la sobrepoblación en colegios públicos rurales, el ministro de Educación, Óscar Becerra, planea una redistribución de maestros.

Otro factor que hace insuficiente el número de vacantes es la migración de alumnos de colegios privados a colegios públicos. Según el titular del Minedu, cerca de 443 mil escolares se trasladaron a escuelas estatales, más de la mitad de estos, es decir, 258 mil son alumnos de nivel primario.

Incluso, si lo observamos por regiones, identificamos que Lima concentra la mayor cantidad de traslados, seguido de Piura, La Libertad, Arequipa y Junín. Asimismo, la Defensoría del Pueblo alertó que este incremento exige unas 3,113 plazas para docentes que se sumen a los 585 mil profesores del sector público.

Recordemos que la educación es un derecho fundamental y universal, es el cimiento de un futuro que debe estar lleno de oportunidades. Como sociedad, tenemos la obligación de que nuestros niños, niñas y adolescentes puedan estudiar sin distinción alguna.