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¿Qué pasará con Fuerza Popular? ¿Qué dicen, qué callan los fujimoristas? ¿Se cerrará finalmente su botica? ¿Qué responde la congresista que llamó malnacido al presidente de la república?

 

“Las palabras quizás no han sido las adecuadas, ya está. No vamos a desgastarnos en un término, pueden decir muchas frases, pero yo no estoy hablando de la definición”, explica Milagros Salazar.

 

Luego de las confesiones de Rolando Reátegui, los demás personajes que están o estuvieron vinculados al fujimorismo ¿se atreverán también a contarlo todo?

 

Poco antes de cumplir los 35 años, Keiko Fujimori pensó que lo que ya le tocaba era tener su propio partido político. Y así lo hizo. Fue un 09 de marzo del año 2010. Y lo llamó Fuerza Popular.

 

“Fuerza Popular fue fundada el 2010 pero participa como Fuerza 2011. Es el nombre que tuvo en el 2011 y la última elección es Fuerza Popular. Es un tema que tiene que ver que no es el nombre lo más importante sino el apellido es adrede- sin duda. La marca Fujimori sirvió al partido para que un sector de la población que recordaba a Fujimori, a pesar de los delitos, premiaba las cosas positivas y votaba por quien representaba al expresidente Fujimori”, explica el politólogo Iván Lanegra.

 

Siete años después de su campaña de 2011, vemos a Keiko sentada en el banquillo de los acusados precisamente por aportes no declarados que Odebrecht habría entregado para esa campaña. Según el fiscal, la constructora brasileña le habría entregado un millón de dólares de su contabilidad paralela, producto de operaciones corruptas, que según José Domingo Pérez, la entonces candidata conocía.

 

En 2011, Keiko Fujimori perdió las elecciones. En el congreso obtuvo 37 de 130 escaños. Uno de ellos fue ocupado por Kenji Fujimori que por aquel entonces más se perfilaba como animador de eventos diversos que como parlamentario.

 

En el 2016, Keiko ya tenía 41 años. Entonces volvió a postular y volvió a perder. Sin embargo, en el Congreso, Fuerza Popular había logrado una mayoría absoluta. Era un maquinaria dispuesta a aplastar, a matar y a chancar. Ese año fuerza popular obtuvo 73 escaños de los 130.

 

Pero la ilusión del poder se fue desdibujando cuando Kenji y Keiko se enfrascaron en una guerra familiar precisamente por el poder.  Luego vinieron las deserciones.

 

Primero se fue entre lágrimas Jeny Vilcatoma. Denunció amenazas de Héctor Becerril. Dos años después regresó, entre risas, para integrar la mesa directiva. Luego abandonaron Fuerza Popular  Patricia Donayre, Kenji Fujimori  y sus 9 Avengers, Lucio Ávila, Luis Yika, Paloma Noceda y finalmente Francescco Petrozzi.

 

En ‘La Botica’, Keiko Fujimori le ordenaba a los congresistas de su bancada lo que tenían que hacer y ellos solo obedecían, aplaudían y gritaban lo que se les había ordenado el día de la elección de Daniel Salaverry como presidente del Congreso.

 

Keiko Fujimori pasó unos días detenida. Y cuando fue liberada en vez de arma políticamente punzocortante, saco un pañuelo blanco.

 

Pero las renuncias siguieron a la orden del día. Los dirigentes Pier Figari, Ana Hertz y el Jefe de la Sunat, Víctor Siguiyama han renunciado. Las voceras de su partido han puesto su cargo a disposición, el presidente del Congreso ha pedido licencia para alejarse de su bancada.

 

«La marca Fujimori es la que está afectada. Que es el centro de la política, no importa que se haya llamado Fuerza 2011 y ahora Fuerza Popular, la marca Fujimori es lo importante. El apellido Fujimori solo se está ligando a cosas negativas», describe el politólogo Iván Lanegra.

 

‘La Botica’ está momentáneamente cerrada y se oyen rumores de más renuncias. En los próximos días la sala presidida por el juez Richard Concepción Carhuancho decidirá si la lideresa de Fuerza Popular va o no a prisión preventiva. Lo cierto es que su agrupación política ya no tiene fuerza y según las últimas encuestas tampoco es popular.

 

Según Iván Lanegra, es un desbande. “Si no hay una recomposición rápida otro escenario es la división o la disolución de Fuerza Popular”, detalló.