Un gran número de venezolanos se aproxima cada día más a nuestra capital. A unos 2500 kilómetros, en la ciudad de Cali, miles de venezolanos vienen en busca del sueño peruano del que les contaron sus amigos y familiares.
Viven en las calles hace una semana, lavan sus prendas en el río y se ganan algo de dinero «camelleando» (limpiando carros) o vendiendo caramelos, con la finalidad de ahorrar algo de dinero.
«Estamos pidiendo, vendiendo caramelos para los pasajes, a ver si ahorramos. Porque si nos vamos muleando (en camión) nos asaltan en el camino».
Pero este es su sueño, llegar a Perú y lo podrían hacer en tan solo 15 días. La mayoría ya tiene a su familia en nuestra capital e incluso un trabajo que los está esperando.
“Es la verdad primera vez que estamos haciendo esto. Porque la mayoría aquí somos estudiados y trabajamos en empresa. Estamos vendiendo caramelos, para recoger colaboración y sobrevivir. Porque no tenemos para pagar apartamento, no tenemos para pagar nada de eso. Ni hotel ni nada, vivimos en 2 metros cuadrados”
A diferencia de en Perú, en Colombia los venezolanos no tienen oportunidades laborales, no han sido tomados en cuenta en ninguna empresa y la mayoría solo vive en las calles.
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