La empresa brindó detalles sobre el monitoreo que viene efectuando e indicó que la presencia del mineral disminuye desde el puente Chaperito en el km 71.5 de la carretera Lima – Canta.
El pasado 13 de junio, un camión que transportaba zinc cayó a la cuenca del río Chillón, en la zona del Culluhuay en Canta, y generó el derrame de más 34 toneladas de zinc. El hecho, que podría considerarse un ecocidio, generó la contaminación del agua y la muerte de más de 35 mil truchas.
Al respecto, Sepadal realizó un monitoreo en siete puntos distintos para evaluar la calidad del agua y detectó que en Cullhuay hubo un incremento de 70.8 veces más del mineral. El trabajo de campo se ejecutó el último 16 de junio a lo largo de 100.5 kilómetros del río Chillón, considerando los indicadores de Estándares de Calidad Ambiental para Agua.
“El análisis del segundo punto (Cullhuay) reveló un incremento de 70.8 veces más la concentración de zinc, en comparación a 500 metros antes del punto de la contaminación”, refiere el pronunciamiento de la empresa.
En tanto, señalaron que la presencia del mineral disminuye desde el puente Chaperito en el km 71.5 de la carretera Lima – Canta. Asimismo, al llegar a la bocatoma de la plata de tratamiento de agua potable Chillón no se evidencia la afectación del agua por el derrame del mineral.
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