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La cama es el lugar de reposo de todas las personas, luego de un día activo. El colchón, las sábanas, cubrecamas y almohadas componen el espacio perfecto para dormir; sin embargo, su limpieza es indispensable para mantener un buen estado de salud, pues de no hacerlo, se puede convertir en un nido de ácaros y bacterias.

Al ser hecho con material textil y contar con fibras que absorben no sólo el sudor de las personas que reposan sobre ella durante varias horas, sino también, la humedad, el polvo y demás agentes que circulan en el ambiente, requiere de un cambio frecuente.

¿CUÁNTAS VECES SE CAMBIA LAS SÁBANAS?

Si te preguntas cuántas veces debes cambiar la ropa de cama, la respuesta es una vez por semana y como máximo cada dos semanas. Lo ideal es reemplazar por otro juego de sábanas, cubrecamas y demás ropa de cama.

Según Lindsay Browning, doctora, neurocientífica y psicóloga, confirmó dicha información, pero precisó que lo recomendable es una vez por semana.

¿POR QUÉ HAY QUE CAMBIAR LAS SÁBANAS?

El cambio de sábanas es esencial porque la cama es el lugar donde las personas descansan, buscando comodidad y reponer las energías y el cuerpo durante ocho horas, luego de haber tenido un día lleno de actividades.

El material de las sábanas debe ser consistente y de calidad por la frecuencia del lavado que es cada semana o cada dos semanas.

¿Qué pasa si no cambio mis sábanas seguido?

Al no cambiar las sábanas, las personas pueden sufrir alergias por la acumulación de ácaros y bacterias, lo cual es perjudicial para la salud. Esto también sucede con las fundas de las almohadas. De no cambiarlas, el material se deteriora con mayor rapidez.