Rosa Gutiérrez, exministra de Salud, llegó a la sede del Ministerio Público para dar su testimonio, luego de haber denunciado presuntas presiones por parte de la presidenta de la República, Dina Boluarte. Esto, para reasignar al gerente general del Seguro Social, Iván Pereyra Villanueva, tras removerlo del cargo por acusaciones de corrupción.
Recordemos que el último fin de semana, se hizo público el despido de Gutiérrez debido a los constantes cuestionamientos por su mala gestión como ministra de Salud, durante la epidemia del dengue. Ella se despidió del cargo del Seguro Social con un extenso mensaje a través de redes sociales.
Su cargo duró siete días y fue designada durante el gobierno de Pedro Castillo. Ella ya era presidenta de EsSalud cuando Castillo tomó el mando. Dio un paso al costado siete días después y dijo que había sido un pedido del Gobierno.
Ocupó el cargo desde marzo de 2018 y fue incluida en la investigación fiscal por el caso ‘El Club de las Farmacéuticas’. Según el Ministerio Público, la entonces presidenta de EsSalud lideraba una organización criminal que concertaba adquisiciones con proveedores del seguro social.
Ocupó el cargo desde agosto 2021 enero del 2022. Tras la renuncia de Molinelli, el Gobierno nombró a Mario Carhuapoma como director ejecutivo de EsSalud. Tan solo semanas después de su designación, se descubrió que tenía denuncias por violencia familiar y por haber manejado en estado de ebriedad.
Una nueva denuncia revelaba que Carhuapoma habría recibido un doble sueldo del Estado como alto funcionario del Seguro Social y docente de la Universidad San Marcos. Según una investigación de Punto Final, se supo que recibió más de S/ 20.000 como catedrático después de su designación al cargo público.
Solo estuvo en la presidencia ejecutiva desde enero a marzo de 2022. Fue designado tras la destitución de Carhuapoma. Dávila solo estuvo tres meses en el cargo, aunque tiempo después volvió a asumir la presidencia.
El reemplazo de Dávila fue el médico cirujano Alegre Raúl Fonseca Espinoza. en su historial, contaba con denuncias por discriminación, hurto agravado, desobediencia y resistencia la autoridad por generar disturbios y alterar la tranquilidad pública. Solo ocupó el cargo hasta julio de 2022, cuando Dávila volvió al puesto. Este último estuvo durante un periodo de cuatro meses.
Fue quien más duró en el puesto de presidente ejecutivo de Essalud. Estuvo desde noviembre de 2022 hasta julio de 2023. Su principal cuestionamiento fue el desembolso de 41 millones de soles a favor de la empresa Aionia Technology Corporation por la compra de pruebas rápidas para diagnosticar COVID-19 durante la pandemia en 2020.
Solo estuvo 11 días en el cargo. Fue nombrada el 12 de julio de 2023 y esto generó rechazo de una parte del Congreso y del Colegio de Médicos del Perú, que calificó la designación como apresurada e inoportuna. La negativa ante su presencia en la presidencia se debió a que, en su cargo como ministra de Salud, fue criticada por su manejo de la epidemia del dengue en el Perú.
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