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Luego de que Alejandro Sánchez Sánchez, dueño de la casa de Sarratea y amigo del encarcelado expresidente Pedro Castillo Terrones, fuera ubicado en la frontera de Estados Unidos y México, Latina Noticias Digital se comunicó con su abogado, el exfiscal supremo Tomás Aladino Gálvez, quien reveló que desconocía sobre su paradero.

«Yo casi no hablaba con él y yo no sabía que estaba acá (en Perú). No le he preguntado tampoco. Si no me dice, tampoco tengo por qué preguntarle. Yo no sabía, pues pensaba que él estaba acá«, señaló.

Gálvez, destituido por el caso Cuellos Blancos del Puerto, no dio mayores detalles sobre la condición judicial de su patrocinado tras su captura en tierras norteamericanas, pero admitió que Alejandro Sánchez Sánchez, quien hasta hoy era prófugo de la justicia peruana, deberá acogerse primero a los procedimientos legales de dicho país.

«Mientras esté allá, tendrán que encargarse los procedimientos necesarios de ley. (…) «Tendrán que traerlo. Lo expulsarán, supongo«, señaló. Asimismo, dijo que el dueño de la casa de Sarratea no quiso entregarse a la justicia porque pesaba en su contra una prisión preventiva de 30 meses por presuntos actos de corrupción durante el Gobierno de Pedro Castillo.

«Alejandro Sánchez Sánchez, en realidad, no tiene ninguna participación de lo que se le acusa y la verdad es que venga para que se esclarezca todo. Como estaba con prisión preventiva, no se quería presentar«, señaló.