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Al ser sometida a votación, la moción tuvo 32 votos a favor, 68 en contra y una abstención. La aprobación requería el voto favorable de la mayoría de congresistas hábiles (en este caso 58).

 

La sesión plenaria fue conducida por Víctor García Belaunde, al tratarse de una moción de censura dirigida contra toda la Mesa Directiva (contemplada en el artículo 68 del Reglamento del Congreso).

 

Según la práctica parlamentaria, en estos casos la Mesa Directiva cederá la conducción a los miembros de la lista de candidatos que quedó en segundo lugar durante el proceso de elección.

 

La moción fue presentada y sustentada por la congresista de Nuevo Perú, Marisa Glave, por poner a debate en el pleno del jueves pasado la ley que permite la libertad vigilada para los adultos mayores. Para la legisladora, ello se dio con prácticas autoritarias y contrarias al reglamento al no haber sido sometida al debate en comisión.

 

Tras la intervención de Glave, el congresista de Fuerza Popular, Luis Galarreta, manifestó que la moción de censura carecía de sustento debido a que el artículo 31 del Reglamento del Congreso establece que la Junta de Portavoces tiene posibilidad de exonerar los dictámenes de comisión.
 
En ese sentido, precisó que, en los últimos 15 años del Parlamento, 900 proyectos de ley fueron exonerados de trámite de grupo de trabajo. “Se está usando esta figura de la moción de censura de manera política, porque no se está debatiendo los temas de fondo”, afirmó.

 

En la víspera, el congresista de Carlos Bruce, de la bancada oficialista Peruanos por el Kambio, dijo que la moción de censura constituye un fuerte llamado de atención, más allá de si se reunían o no los votos para que esta proceda.

 

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