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El presidente Martín Vizcarra salió al frente tras la difusión de tres audios que lo vinculan con el sonado caso de la contratación de Richard Cisneros (Richard Swing) en el Ministerio de Cultura y sus fuertes nexos con las altas esferas del Gobierno.

Para el Jefe de Estado, estos audios son conversaciones privadas que no demuestran nada ilegal y que, por el contrario, lo que es ilegal es la grabación que se hizo. Manfiestó también que no va a renunciar y que, si lo quieren vacar, “acá estoy con la frente en alto y la conciencia tanquila”.

“Esto responder a interees subalternos, se trata de una puesta en escena como en la época de Vladimiro Montesinos. ¿Cuáles son esas fuerzas oscuras que grabarron las conversaciones? ¿Quiénes etán detrás, cuáles son sus intereses? Son audios editados y manipulados, tratan de convertir un reclamo laboral en algo ilícito”, remarcó.

En ese sentido, no negó las conversaciones que tuvo con sus asesores más cercanos, pero reiteró que se trataron de coordinaciones internas que buscaban esclarecer los cuestinamientos hechos a su persona relacionados a Richard Cisneros. “Nunca he negado conocerlo, pero no he intervenido en su contratación”, enfatizó.

Martín Vizcarra también dijo que ya conocía de la existencia de estos audios desde el pasado 29 de julio, ya que lo alertó un periodista del extranjero, por lo que se preguntó qué motivó a que se divulgaran los audios recién ahora. “Justo hoy lo hacen público: al dia siguiente de nuestra invocación para que en el Congreso voten el impedimiento de postular a candidatos sentenciados”, remarcó.

Asimismo, el Presidente enfiló sus críticas contra el congresista Edgar Alarcón, quien divulgó los audios. “Es un personaje controvertido, un congresista al que la Fiscalía ha solicitado levantarle la inmunidad por presuntos delitos, como la falsificación de documentos”, apuntó.