El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha emprendido una ambiciosa transformación de la Policía Nacional del Perú (PNP) con el objetivo de modernizarla y adecuarla a los desafíos de la seguridad ciudadana del siglo XXI. Estas reformas, anunciadas recientemente, abarcan desde la renovación del personal hasta la reestructuración institucional y el reconocimiento económico a los agentes.
Una de las medidas más destacadas es la «renovación extraordinaria» del personal policial, que implica el retiro de entre 600 y 800 policías. Este proceso, respaldado por un riguroso análisis de datos y el uso de inteligencia artificial, busca optimizar la composición de la fuerza policial, priorizando aquellos agentes con mayor potencial y capacidad para enfrentar los nuevos desafíos de la seguridad ciudadana. La incorporación de tecnologías de vanguardia, como sistemas de análisis de datos y herramientas de inteligencia artificial, permitirá una gestión más eficiente de los recursos humanos y una mejor toma de decisiones estratégicas.
La reforma también contempla una profunda reestructuración de la PNP, la distribución piramidal de la organización permitirá una mayor descentralización de las decisiones y una respuesta más rápida a las necesidades de las comunidades. Asimismo, se busca simplificar los trámites burocráticos, agilizando la atención de las solicitudes de las autoridades locales y reduciendo los tiempos de respuesta ante emergencias.
Con el objetivo de optimizar los recursos y mejorar la coordinación entre las diferentes fuerzas de seguridad, se propone la creación del Ministerio de Seguridad Pública. Esta nueva entidad integrará a diversas instituciones, como los serenazgos, los comités de defensa civil y los bomberos, bajo un marco institucional único. Esta medida permitirá una respuesta más integral y efectiva ante los desafíos de la criminalidad y la delincuencia organizada, inspirándose en modelos exitosos implementados en otros países de la región.
Además, el gobierno ha anunciado un incremento salarial para los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, como un reconocimiento a su labor y un incentivo para mejorar su desempeño. Este aumento salarial, que se implementará en etapas, beneficiará tanto a los efectivos en servicio activo como a los retirados, mejorando significativamente su calidad de vida. Asimismo, se están implementando diversas medidas para mejorar las condiciones de trabajo de los agentes, como la provisión de mejores equipos y la actualización de los protocolos de seguridad.
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