Una investigación arqueológica permitirá en octubre próximo confirmar la existencia de un gigantesco “ushnu” o muro ceremonial de la época inca en la base del atrio de la basílica catedral de la ciudad del Cusco.
La tarea estará a cargo de especialistas de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDCC) quienes realizarán excavaciones específicas para poner en evidencia el gigantesco bloque, que formará parte del proyecto «Origen y Desarrollo de la Llaqta Inca del Cusco».
El arqueólogo Octavio Fernández, informó a la Agencia Andina que desarrollaron prospecciones arqueológicas y geofísicas con georradares, magnetómetros y un dron. “El radar de penetración terrestre evidenció una estructura rectangular de 175 metros cuadrados”, precisó.
“Lo que vamos a hacer es una excavación bastante clínica, puntual, en dos vértices opuestas de la estructura para caracterizarla arquitectónicamente; sabremos con exactitud la dimensión, la estructura desde un punto arquitectónico, formal, tecnológico, tipológico, la naturaleza del material y la calidad de factura”, aseveró.
Fernández explicó que el elemento lítico, que no se descarta que sea de un solo componente, es de dos metros de alto, un metro de ancho y 20 centímetros de espesor.
Refirió que el proyecto comenzó en junio pasado con las excavaciones en el Amaru Kancha (actual local del Palacio de Justicia), donde se confirmó el hallazgo de muros incas. Para realizar los trabajos se acordó un convenio interinstitucional con la Corte Superior de Justicia del Cusco.
“Para las excavaciones en el atrio de la Catedral ya se cuenta con la autorización de la municipalidad provincial del Cusco y el Arzobispado del Cusco. Antes se obtuvo la aprobación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), debido a los criterios de intervención que establecen”, precisó.
El arqueólogo sostuvo que con este hallazgo se confirma lo escrito por el cronista español Pedro Cieza de León, quien en 1553 dio cuenta de la existencia de aquel “ushnu” en los accesos de la Catedral y que en la época inca tuvo mucha importancia. Las pesquisas de los investigadores indican que estaría en el centro de la plaza mayor o la calle del medio.
Finalmente, Fernández dijo que el objetivo de esta investigación arqueológica es saber y confirmar el proceso urbano dinámico de la ciudad del Cusco, desde los asentamientos preincas, incas, coloniales y republicanos, dado que existen algunas evidencias después del hallazgo del muro en el Amaru Kancha.
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