Dictan prisión preventiva a policía por muerte de Rosalino Flores en protestas, pero está prófugo

El Poder Judicial ha dictado 18 meses de prisión preventiva contra el suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) Joe Erik Torres Lovón por el delito contra la vida Rosalino Flores, quien falleció tras recibir más de 30 impactos de perdigones en medio de las protestas en Cusco contra el gobierno de Dina Boluarte.

La decisión fue tomada por el juez Leodan Cristóbal Ayala, del Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior Nacional después de encontrar elementos que vinculan al suboficial con los hechos mencionados. El suboficial enfrenta cargos por el asesinato del joven cusqueño estudiante de gastronomía.

Sin embargo, Torres Lovón se encuentra en calidad de prófugo de la justicia, según ha referido el abogado de la familia de Rosalino Flores, Juan José Quispe, quien ya había advertido que existían riesgos de fuga.

Durante la audiencia, el juez Leodan Cristóbal Ayala refirió que el suboficial no pudo demostrar arraigo domiciliario y que, desde noviembre del año pasado, Torres Lovón no ha vuelto a acudir a su centro de trabajo.

Durante el proceso judicial, el suboficial presentó dos constancias laborales, las cuales fueron desestimadas por el juez debido a que ambas eran de idéntico formato y contenido.

A casi un año de la muerte de Rosalino Flores durante las manifestaciones sociales, donde otros 49 ciudadanos resultaron víctimas, incluidos menores de edad, la justicia ha emitido la primera orden de prisión preventiva contra uno de los acusados de ser autor directo de un crimen.

El estudiante de gastronomía de 22 años recibió 36 impactos de perdigones en la espalda, los cuales le perforaron órganos vitales. El muchacho falleció 69 días después de haber ingresado a un hospital de Lima.

La tarde del 11 de enero, Rosalino y su hermano acudieron a las calles de Cusco para unirse a las manifestaciones en contra del gobierno de Dina Boluarte. Cuando las fuerzas del orden comienzan a disparar, el joven se refugia detrás de un árbol. Luego, se ve que un agente se le acerca y lo persigue con arma en mano. Pese a que el estudiante huye, el policía le dispara una ráfaga de perdigones por la espalda hasta que queda tirado en el piso.

El juez concluyó que Rosalino Flores «fue herido y luego falleció no en un contexto de delincuencia aislada sino en un contexto de una respuesta gubernamental aplicando el uso indiscriminado, injustificado y desproporcionado de la fuerza para contener las manifestaciones sociales, conteniendo demandas puntuales».