Esta es la enfermedad silenciosa que mata más que el cáncer

En una sorprendente revelación, especialistas de la Universidad de Washington han identificado una «enfermedad silenciosa» que supera en mortalidad al cáncer, cobrando más de 11 millones de vidas anualmente, según un reciente estudio publicado en la revista médica británica The Lancet.

Contrario a la creencia popular de que el cáncer es la principal causa de muerte, los registros médicos de 195 países han revelado que la septicemia, comúnmente conocida como «envenenamiento en la sangre», está cobrando más vidas de lo estimado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio realizado por la Universidad de Washington analizó minuciosamente los registros médicos y señaló que las cifras son «alarmantes». Las muertes por septicemia podrían duplicar las estimaciones de mortalidad por cáncer, según los expertos involucrados en la investigación.

Actualmente, cada año, se registran alrededor de 49 millones de casos de septicemia en el mundo, cobrando la vida de alrededor de 11 millones de personas. Kristina Rudd, una de las especialistas involucradas en la investigación, señaló que «la septicemia es un problema importante en países de ingresos medios y bajos, y no esperábamos que fuera el doble de la estimación anterior».

¿QUÉ ES LA SEPTICEMIA?

La septicemia es una infección grave del torrente sanguíneo causada por bacterias que ingresan al flujo sanguíneo desde otras partes del cuerpo y se multiplican rápidamente. Este fenómeno se desencadena por una falla en el sistema autoinmune.

Hay que tener en cuenta que la septicemia es de difícil detección, ya que presenta síntomas comunes a otras infecciones. Entre los signos se encuentran fiebre o temperatura corporal baja, escalofríos, frecuencia cardíaca acelerada, dificultad para respirar, erupción cutánea, confusión y desorientación, y mareos debido a una disminución de la presión arterial.

La septicemia, a menudo bacteriana, puede llevar al shock séptico, donde el sistema inmunológico no puede responder eficazmente a la infección, provocando una falla multiorgánica y resultando en una alta tasa de mortalidad, aproximadamente del 30 al 40%.

Esta enfermedad emerge como una amenaza significativa para la salud global, y la conciencia sobre su gravedad y sintomatología se vuelve crucial para abordar esta «enfermedad silenciosa».