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En los últimos tiempos, ha ganado popularidad entre influencers y usuarios de redes sociales la idea de que retrasar el consumo de café por la mañana puede ofrecer mayores beneficios para la salud. Este enfoque propone evitar la cafeína durante los primeros 90 a 120 minutos tras despertarse. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? En la siguiente nota de Latina Noticias te contamos todo lo que debes saber.

Para entender mejor esta tendencia, es crucial conocer cómo actúa la cafeína en nuestro cuerpo. La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, una sustancia química que se acumula a lo largo del día y nos hace sentir somnolientos. Este bloqueo es lo que nos proporciona la sensación de alerta tras consumir café.

Michael Grandner, director del programa de investigación sobre el sueño y la salud en la Universidad de Arizona, explica que la cafeína tarda entre 20 y 30 minutos en ser absorbida por el torrente sanguíneo y empezar a hacer efecto; sin embargo, la duración de estos efectos varía significativamente entre individuos, dependiendo de factores genéticos y de cómo cada persona metaboliza la cafeína.

Uno de los argumentos para retrasar el consumo de café es que los niveles de adenosina en el cerebro son bajos justo al despertar, después de una noche de sueño. Por lo tanto, beber café inmediatamente después de levantarse podría proporcionar menos estímulo, ya que hay menos adenosina para bloquear. Grandner sugiere que esta puede ser una razón para esperar al menos 30 a 60 minutos antes de tomar la primera taza.

Además, posponer el café puede ser beneficioso para aquellos que prefieren consumir cafeína solo una vez al día. Tomarlo más tarde por la mañana podría extender sus efectos hasta el mediodía o la tarde, ayudando a prevenir la temida caída de energía vespertina.

Aunque algunos defensores de retrasar la ingesta de café argumentan que esto podría mejorar el ciclo natural de vigilia al evitar interferir con el aumento matutino de cortisol (la hormona del estrés que nos ayuda a despertarnos), la evidencia científica es escasa. Allison Brager, neurobióloga del Ejército de Estados Unidos, señala que los estudios sobre la influencia de la cafeína en los niveles de cortisol matutinos muestran que, para los consumidores regulares de café, la cafeína tiene poco efecto en estos niveles.

Para muchas personas, especialmente aquellas con horarios demandantes o que realizan ejercicio temprano por la mañana, tomar café inmediatamente al despertar puede ser esencial. La cafeína ha demostrado mejorar el rendimiento mental y físico, lo que puede ser crucial para profesionales como bomberos, médicos, o conductores que necesitan estar alerta desde el inicio del día.

Grandner también sugiere que está bien tomar una segunda taza de café si se experimenta una caída de energía al mediodía, siempre y cuando se evite el consumo de cafeína en las seis horas previas a acostarse para no afectar la calidad del sueño.

Más allá de sus efectos estimulantes, el café ofrece otros beneficios. Es una fuente rica en antioxidantes y compuestos vegetales que pueden contribuir a la salud en general. Además, para muchas personas, el ritual de preparar y disfrutar una taza de café por la mañana es una fuente simple pero significativa de placer.

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