La participante peruana en el Miss Universo 2023 sufrió desde muy joven una enfermedad poco común. ¿De qué se trató?
Camila Escribens es una modelo peruana que saltó a la fama en 2023, cuando se coronó como Miss Perú. Sin embargo, su historia no ha sido sencilla, ya que desde su infancia ha tenido que luchar contra una enfermedad grave.
La modelo nació en Lima en 1997. Desde pequeña, fue una persona entusiasta del deporte, llegando incluso a ser campeona nacional de salto alto. Sin embargo, a los 14 años, su vida cambió para siempre.
En ese momento, comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza. Sus padres la llevaron al hospital, donde los médicos le diagnosticaron una malformación arteriovenosa (MAV).
Las MAV son anomalías en las venas y arterias del cerebro que pueden causar hemorragias cerebrales. En el caso de Escribens, la MAV estaba ubicada en el lóbulo frontal, lo que podría haber tenido consecuencias graves.
Escribens tuvo que someterse a una cirugía para extirpar la MAV. La operación fue exitosa, pero la recuperación fue larga y difícil.
Durante su recuperación, Escribens tuvo que aprender a vivir con una nueva realidad. Ya no podía practicar deporte de alto nivel, y tenía que tener cuidado de no sufrir ningún golpe en la cabeza.
Sin embargo, no se dio por vencida. Comenzó a trabajar como modelo y a estudiar psicología. En 2023, se presentó al concurso Miss Perú y se coronó como ganadora.
La victoria de nuestra compatriota fue un ejemplo de superación para muchas personas. Su historia demostró que, incluso en las circunstancias más difíciles, es posible alcanzar los sueños.
Las MAV son anomalías en las venas y arterias del cerebro que pueden causar hemorragias cerebrales. Se estima que afectan a entre 0,1 y 0,5 personas por cada 1.000 habitantes.
Las MAV pueden ser congénitas, es decir, que se heredan de los padres, o adquiridas, es decir, que se desarrollan durante la vida.
Las MAV pueden ser pequeñas o grandes, y pueden estar localizadas en cualquier parte del cerebro. Las MAV grandes y localizadas en zonas sensibles del cerebro son más propensas a causar complicaciones.
Las MAV pueden ser asintomáticas, es decir, que no causan ningún síntoma. Sin embargo, en algunos casos, pueden causar los siguientes síntomas:
El diagnóstico de las MAV se realiza mediante una resonancia magnética o una tomografía computarizada del cerebro.
El tratamiento de las MAV depende del tamaño, la localización y el riesgo de complicaciones.
En algunos casos, las MAV pequeñas y asintomáticas no requieren tratamiento. Sin embargo, en otros casos, es necesario realizar una cirugía para extirpar la MAV.
La cirugía para extirpar las MAV puede ser peligrosa, ya que existe el riesgo de dañar el tejido cerebral sano. Sin embargo, es el tratamiento más efectivo para prevenir las complicaciones.
La recuperación de la cirugía para extirpar las MAV suele ser larga y lenta. Los pacientes pueden experimentar los siguientes síntomas durante la recuperación:
En algunos casos, los pacientes pueden experimentar complicaciones a largo plazo, como convulsiones, problemas de memoria o pérdida de visión.
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