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El exparticipante de “El Gran Chef: Famosos”, Armando Machuca, nos contó todo sobre su pasión por los cómics y su faceta como coleccionista en el último episodio de “Habla Serio”, programa digital de Latina Noticias conducido por Mónica Delta y Santiago Gómez.

“Yo me considero un friki por naturaleza, un geek, un niño ochentero. De pequeño vivía en el Rímac y en ese tiempo era un poquito complicado salir a pasear por ahí, así que me crie con la tele. Era fanático del Auto Fantástico y de Los Magníficos. Creo que mi humor un poco absurdo viene de los dibujos que veía como Bugs Bunny y los Looney Tunes”, dijo. 

Por otro lado, Armando contó que su casa parece una tienda de juguetes, ya que tiene muchas figuras de acción y aclara que es importante saber diferenciar entre un juguete y una figura de acción. 

De igual manera, comentó que él se considera principalmente un comunicador y lo que caracteriza todo lo que hace es su pasión por las historias, le gusta coleccionar porque cada figura de acción lo remite a una historia que lo cautivó en algún momento de su vida. También agrega que le gusta hacer maquetas de viñetas exactas que le gustaron de un cómic. 

“No necesariamente la pieza más valorada de una colección es la más cara. Yo tengo un Superman chiquitito del año 74, que está que se cae a pedazos, pero es un Superman que mi papá me regaló cuando era chiquito y luego lo perdí y me costó un montón volver a encontrarlo, esa para mí es mi figura más preciada, puede valer 20 soles, pero la búsqueda de esta es felicidad absoluta”, agregó. 

MACHUCA Y LA VEZ QUE NO PUDO COMPRAR EL CASTILLO DE HE MAN

El entrañable “capitán Coyote” contó que en alguna navidad pidió a sus padres el castillo de Grayskull, del recordado dibujo animado “He Man”, y agregó que si bien trabajaba desde pequeño para poder comprarse sus juguetes, era muy difícil conseguir un juguete tan preciado y caro como este castillo.

Por ello, la única manera de que lo pudiera tener era si alguna tía que venía del extranjero lo traía en su maleta y eso estaba difícil, así que dijo que no quería terminar su Navidad sin su castillo anhelado y decidió agarrar una caja de leche, la forró con papel lustre verde y le pintó la calavera.

EL SUEÑO DE COMPRAR SUS JUGUETES

Armando Machuca señaló que trabajó desde muy pequeño para poder comprarse sus juguetes: «Mi primer negocio nació cuando en las clases de Biología antes se hacía la disección de animales, y como mis papás tenían una tienda en el mercado central, y compraba conejos, sapos y cuyes y los vendía en el colegio o los canjeaba por alguno de estos juguetes caros», agregó.