Más de 10 personas han sido asesinadas en SJL pese a estado de emergencia

En lo que va del estado de emergencia declarado por el Gobierno, en San Juan de Lurigancho han ocurrido más de diez muertes a manos de sicarios. La más sonada fue la de una de sus autoridades: Tommy Saravia Atuncar, su teniente gobernador, el jueves 19 de octubre.

El crimen de Saravia, quien fue acribillado en el sector Ciudad de los Constructores por negarse a pagar cupos. Esto ha dejado consternado a su alcalde, quien dio cuenta de la ola de criminalidad que azota al distrito más poblado de Lima.

«Para un millón y medio de gente hay menos de mil policías, este distrito tiene las características de una provincia, pero tiene el presupuesto de un distrito chico», manifestó Jesús Maldonado.

Por su parte, el director general de Orden y Seguridad de la PNP, Víctor Zanabria, sostuvo que se busca arreglar un «problema de años en 60 días». En ese sentido, el Ejecutivo aprobó el último viernes una partida de S/ 111 millones para la lucha contra la delincuencia en los distritos declarados en emergencia.

300 POLICÍAS PARA PATRULLAJE

Punto Final acompañó a la Policía en su patrullaje por las calles de SJL. Un total de 300 efectivos policiales, acompañados del Ejército y Serenazgo, atacaron puntos críticos hasta las 4 de la mañana, acciones que se repiten todos los días desde que rige esta medida.

El primer punto fue la zona de Huáscar. En uno de los cerros aledaños a esta avenida, la Policía detuvo a microcomercializadores de droga, pasta básica, marihuana y cocaína. En su poder también se encontró un arma con la cacerina llena y una buena cantidad de celulares robados.

A diferencia de su colega, Hernán Sifuentes, alcalde de San Martín de Porres, sostiene que sí ha habido progresos en su distrito desde que se instauró la medida. Fue en esta comuna que se capturó a Keyis González Astudillo, madre del ‘Maldito Cris’, en una vivienda que también fue ocupada por Wanda Del Valle.

Falta un mes para que el estado de emergencia termine en los distritos asolados por la delincuencia. Todo parece indicar que dos meses son insuficientes para afrontar con seriedad un problema que nos ha desbordado. Queda estar atentos a la forma en la que las autoridades asumirán el reto.