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El Poder Judicial ha determinado la imposición de nueve meses de prisión preventiva al agente de la Policía Nacional, Percy Chalco Moyna, quien abatió a dos presuntos delincuentes que intentaron asaltarlo en San Juan de Lurigancho. Esta decisión se tomó tras una solicitud del Ministerio Público, que acusa al agente de cometer el presunto delito de homicidio.

El Séptimo Juzgado de Investigación Preparatoria emitió la orden de prisión preventiva contra Chalco, quien se encuentra bajo la acusación de usar su arma de reglamento y realizar más de trece disparos en la vía pública. Estos acontecimientos ocurrieron después de que el agente saliera de una fiesta en compañía de un amigo.

Durante la audiencia, el agente policial de 34 años alegó que actuó en legítima defensa ante los criminales que lo habían acorralado de manera sorpresiva. Chalco explicó: «Me percaté de que tres personas se me estaban acercando (cuando estaba con mi amigo). Uno de ellos sacó un arma y nos dijo: ‘Ya perdiste’, con insultos. En ese momento, les pedí que se tranquilizaran, pero al ver la reacción de este individuo, saqué mi arma y empecé a disparar».

Chalco añadió: «Al ver que me apuntaba con un arma, tuve que hacer uso de mi arma de fuego. Recuerdo haber realizado entre 10 y 13 disparos a estas personas». Al concluir su declaración, el agente subrayó su inocencia y argumentó que actuó en legítima defensa porque su vida estaba en peligro.

El agente también alegó que uno de los delincuentes tenía una réplica de un arma y un cuchillo que utilizaban para intimidar a las víctimas en las calles.

Sin embargo, la Fiscalía presentó un elemento de prueba clave que influyó en el destino del miembro de la PNP. Se presentó un certificado de necropsia del fallecido Jean Paúl Ríos Huamán, en el que se constató que había sufrido un traumatismo craneoencefálico causado por un arma de fuego, lo que indica que la cabeza había recibido múltiples disparos.

El titular del Primer Despacho de la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de San Juan de Lurigancho comentó: «No hubo una reparación espontánea de los daños, ni un intento de auxiliar a la víctima, todo lo contrario, hubo una reacción destinada a poner fin a la vida de esta persona que ya estaba tendida».

¿QUÉ OCURRIÓ?

En un dramático incidente en San Juan de Lurigancho, un efectivo policial en su día de franco se vio obligado a abrir fuego contra tres presuntos delincuentes que intentaban asaltarlo en las primeras horas del domingo. El enfrentamiento dejó dos delincuentes abatidos.

El suboficial, acompañado por un amigo, fue interceptado por los tres individuos que pretendían asaltarlo. En respuesta, el efectivo policial, que vestía de civil, disparó para repeler la amenaza.

Un testigo presencial, el Sr. Martín, comerciante de la zona, describió la situación: «Era de madrugada. Los balazos me levantaron. Ahí trabajan los padres, bajé a ver y me encontré con el tipo agonizando.»

De los tres presuntos delincuentes, uno logró escapar, mientras que los otros dos fueron alcanzados por los disparos de una pistola de uso particular. Uno de ellos cayó frente a dos negocios ubicados en la misma avenida, mientras que el otro quedó tendido frente a un parque. Lamentablemente, este último fue agredido en repetidas ocasiones, como se muestra en un video.

Uno de los presuntos delincuentes falleció en el lugar de los hechos, mientras que el segundo murió mientras era trasladado a un hospital. El segundo sujeto abatido fue identificado como Jean Paul Ríos Huamán, de 28 años.

La familia de Ríos Huamán rechaza las acusaciones y afirma que hubo demoras en el traslado del fallecido, quien también era padre de familia. Por este motivo, exigen que se esclarezcan las circunstancias de los hechos. El otro presunto delincuente era menor de edad y tenía antecedentes por robo agravado. En la escena se encontraron más de 10 casquillos de bala.

El efectivo policial fue llevado a la Comisaría 10 de Octubre y posteriormente se le realizarán las pruebas de ley. Este incidente se suma a una serie de eventos trágicos que han ocurrido en San Juan de Lurigancho desde que se decretó el estado de emergencia en la zona, con un total de nueve personas fallecidas.

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