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En un posible giro histórico, la India podría estar a las puertas de un cambio significativo de nombre. El país, conocido como la India desde la independencia del Reino Unido en 1947, se plantea adoptar el nombre de ‘Bharat’. Aunque la medida aún no es oficial, ha generado un intenso debate y anticipación tanto dentro como fuera de sus fronteras.

La cumbre del G-20, que se celebrará este próximo fin de semana en Nueva Delhi, podría ser el escenario donde se empiece a materializar esta transición identitaria. El primer ministro de la India, Narendra Modi, ha utilizado el término ‘Bharat’ en las invitaciones enviadas a líderes extranjeros que asistirán a esta importante reunión. Esta elección no parece ser casual, lo que sugiere un primer movimiento oficial para adoptar el nuevo nombre del país. Específicamente, se plantea el 18 de septiembre como la fecha en la que podría llevarse a cabo esta transformación en una sesión parlamentaria especial.

BHARAT, UN NOMBRE CON HISTORIA

El término ‘Bharat’ no es ajeno a la cultura india. En hindi, la palabra también significa «India». Su raíz proviene de textos antiguos, en particular del Mahabharata y el Ramayana, dos epopeyas épicamente importantes de la mitología hindú. Para algunos, este cambio de nombre representa un retorno a las raíces culturales y una ruptura con la herencia colonial del nombre «India».

UNA POLÉMICA MEDIDA

Como era de esperar, la posible transición de nombre ha desencadenado una serie de reacciones encontradas dentro de la India. Los ministros del gobierno actual, liderado por el partido nacionalista hindú, han respaldado entusiastamente esta medida. Argumentan que el nombre actual, «India», es un vestigio del colonialismo británico y que adoptar «Bharat» honra la identidad y cultura indias.

Sin embargo, líderes opositores y sectores de la población han expresado escepticismo y han cuestionado el verdadero propósito de este cambio. Algunos argumentan que la atención debería centrarse en cuestiones más apremiantes, como la pandemia de COVID-19 y la economía. También preocupa que el cambio de nombre pueda ser percibido como un intento de cambiar la narrativa histórica y la identidad del país.

TRANSICIÓN EN MARCHA

Aunque el debate continúa, el gobierno indio está dando pasos concretos hacia la adopción de ‘Bharat’ como el nombre oficial del país tras el envío de invitaciones oficiales para el G-20 y en otros movimientos administrativos.