Medios locales informaron que dicho atraco no logró ejecutarse.
En San Isidro, Buenos Aires, se descubrió un túnel clandestino de casi 3 metros de altura y 150 metros de longitud, aparentemente construido con la intención de asaltar una sucursal del Banco Macro. El hallazgo se produjo cuando un repartidor notó un caño metálico sobresaliendo entre las baldosas de la vereda y, al alertar a las autoridades, se inició una investigación.
El túnel fue localizado el miércoles frente a la sucursal del banco ubicada en la calle Chacabuco al 444. Desde entonces, las autoridades han mantenido abierta la investigación, aunque aún no hay detenidos relacionados con el hecho. Tras la notificación del repartidor, el municipio envió inspectores a evaluar la situación, y se procedió a excavar el área para determinar el origen del caño metálico.
Cuando las autoridades llegaron al lugar, comenzaron a trabajar en la excavación. A medida que se retiraban las baldosas, los investigadores descubrieron que el caño metálico estaba conectado a tramos que formaban parte de un túnel, lo que aumentó las sospechas sobre la intención de los delincuentes de robar la entidad bancaria. En la misma cuadra del Banco Macro se encuentra otra sucursal del ICBC, pero se sospecha que el objetivo principal era el segundo banco, ya que el túnel continuaba sin interrupciones más allá de la primera entidad.
Paralelamente a la excavación, un analista técnico se presentó en la sucursal del Banco Macro para verificar si los delincuentes habían logrado ingresar. Después de un análisis exhaustivo, el especialista no encontró irregularidades y confirmó que las alarmas de seguridad del banco estaban funcionando correctamente.
Hasta el momento, la investigación no ha arrojado resultados concretos en términos de detenidos o sospechosos. Las autoridades están a la espera de completar la excavación para obtener más información sobre el túnel y determinar si la construcción estaba finalizada o si aún estaba en proceso. Este descubrimiento ha generado preocupación en la comunidad, ya que resalta la posibilidad de actividad delictiva organizada en la zona.
El caso sigue en desarrollo, y las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos y prevenir futuros intentos de robo de este tipo. La colaboración de los ciudadanos, como el repartidor que reportó el hallazgo, ha sido fundamental en este proceso, subrayando la importancia de la vigilancia comunitaria en la lucha contra el crimen. La situación continúa siendo monitoreada de cerca por las fuerzas de seguridad, que están comprometidas en garantizar la seguridad de los bancos y de la comunidad en general.
Te puede interesar:
También te puede interesar