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Con el fin de preservar a las aves en el área de Wellington, decenas de trabajadores han emprendido un plan para erradicar a cada roedor que se cruce en su camino. Con equipos especiales, y hasta aplicaciones tecnológicas, estos hombre tienen una sola misión: acabar con las ratas en Nueva Zelanda.

El organismo público Predator Free Miramar tiene claro el objetivo y es exterminar hasta el último roedor de la ciudad. Estos trabajadores utilizan chaquetas especiales y llevan consigo una gran cantidad de mantequilla de maní, lo que sirve para atraer a estos animales.

Con la ayuda de un GPS llegan hasta cada alcantarilla y detectan la presencia de un roedor. De inmediato, corren a exterminarlo y hasta se comparten la información a través de Whatsapp. «Se sentirá bien de haberlo atrapado, pero nos entristecerá que todavía hay una rata más dando vueltas», menciona uno de los trabajadores, según rescata BBC.

James Willcox, director de la organización, señala que se han instalado cámaras en varios puntos de acceso para un mejor alcance. «Mi equipo de planificación sabe muy hacia dónde poner sus recursos», dijo.

Pero el objetivo de acabar con la presencia de roedores no solo ocurre en su capital. El país entero comparte esta misión. El gobierno espera que esta ardua tarea se complete en el 2050.

Pese a las críticas en contra de esta iniciativa, Nueva Zelanda busca alcanzar cifras como las de Georgia del Sur, una isla de 170 km. de largo en el Atlántico Sur, donde precisan que se han eliminado a todas las ratas.

UNA ECOLOGÍA ÚNICA

Nueva Zelanda se separó de un antiguo supercontinente hace millones de años, mucho antes del ascenso de los mamíferos. En el territorio no se divisaban depredadores terrestres, por lo que las aves podían prescindir de volar sin el riesgo de ser cazadas.