El dictador nicaragüense pidió que se restituya al exmandatario en la Presidencia del Perú. No obstante, culpó al Congreso de haber perpetrado un golpe de Estado.
En Nicaragua no queda ningún diario impreso y los pocos medios que aún funcionan lo hacen vía internet en la clandestinidad.
El prelado, un fuerte crítico del presidente Daniel Ortega, se había resguardado tras el inicio de una investigación en su contra por el supuesto delito de conspiración.
Las relaciones entre el gobierno de Ortega y la Iglesia han llegado a su punto más crítico después que las autoridades ordenaran el cierre de emisoras católicas y prohibido procesiones religiosas.
Desde 2018, el presidente Daniel Ortega y sus aliados han cerrado 770 organizaciones no gubernamentales, muchas de las cuales habían criticado abiertamente al gobierno.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó las elecciones de farsa e impuso sanciones a más representantes nicaragüenses.
Desde el 27 de marzo -cuando empezó el estado de excepción que se extenderá hasta fines de mayo- han sido capturadas más de 27,000 personas.
La OEA declaró en un comunicado el lunes que la ocupación del edificio era ilegal y ha convocado a los cancilleres de los países miembros a una reunión urgente.
El patrimonio de estas agrupaciones pasará a manos del Estado, según la decisión legislativa, tal y como ha ocurrido en casos previos.
Jueza también decidió que las instalaciones del diario y sus imprentas permanezcan confiscadas de forma indeterminada.