Psicólogo Cristian Martínez conversó con Latina Noticias sobre este importante tema, tras conocerse las amenazantes publicaciones de un escolar y presunta víctima de acoso.
La imagen de una pistola abastecida y una amenaza de muerte dirigida a profesores y compañeros de un alumno alarmaron a todo un colegio del Callao, una situación cuya veracidad se está verificando; pero que invita a pensar sobre el problema de fondo: el bullying.
Quien redactó el texto amenazante asegura ser víctima de acoso escolar y que cobraría venganza. ¿Cómo entender la situación de menores que responden con este grado de violencia a situaciones de acoso.
Cristian Martínez, psicólogo clínico, señala que el bullying es el ejercicio de violencia, hostigamiento y acoso constante que realizan niños, niñas y adolescentes dentro y fuera de su entorno escolar, lo que repercute drásticamente en el comportamiento y el estado psicoemocional del menor.
Dichas actitudes nacen en hogares con problemas de agresividad interna, falta de amor, carencia de figura paterna y falta de empatía. Dentro de las conductas que los niños pueden adoptar para afrontar el acoso escolar, encontramos la agresividad o deseos de venganza en contra de sus agresores. Muchas veces se reflejan en el hogar y hasta con personas que no tienen ninguna conexión con el problema.
El especialista indicó algunos indicadores que debemos tener en cuenta para identificar si un menor es víctima de bullying y acoso. «Le cuesta dormir, tiene pesadillas, no quiere ir al colegio, la lonchera puede regresar vacía, pero tiene hambre, es muy probable que alguien se esté comiendo su comida, no quiere ir a las fiestas, no quiere invitar a los amigos», señaló Martínez.
Según la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales del INEI. presentada en 2019, el 66,2% de la población de 9 a 11 años de edad sufrió violencia psicológica y/o física en su entorno escolar alguna vez en su vida. Según tipo de violencia, el 37,2% fue víctima solo de violencia psicológica, el 26,7%, de violencia física y psicológica; y el 2,3% solo de violencia física.
Martínez recomienda establecer canales de diálogo y comunicación para no dejar pasar por alto ninguna acción que represente un posible acto de acoso o bullying. Dicha labor debe iniciar en el hogar desde que el menor aún es un infante, sin dejar de lado la necesidad de contar con docentes capacitados para enfrentar el problema.
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