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Doris Hinostroza no ha cesado en pedir justicia tras el fallecimiento de su hija, Leydi. Esta joven madre salió un fin de semana con un familiar; pero días después, apareció muerta en extrañas circunstancias. «Quiero ir hasta las últimas. Tres criaturas me deja», lamenta Doris.

Leydi fue una víctima más de la alarmante ola de delincuencia y el sicariato en el país, y que en este 2022 continúa en aumento. Solo en octubre, ya se registran 1.147 decesos por homicidios, superando los números totales de años previos como 2017, 2018 y 2019.

«Los últimos cuatro meses son los de mayor peso estadísticamente desde 2017. En este momento, hay 1.147 homicidios registrados y de seguir así bordearemos las 1.500», indicó Juan Carbajal, ingeniero electrónico y exmiembro de Open COVID.

De esta preocupante alza también dan cuenta las funerarias. Jorge Martínez, asesor de la funeraria Candelaria, ubicada en las inmediaciones de la Morgue Central de Lima, revela que se ha sentido el aumento de este fenómeno en la capital.

«Acá en la morgue, lo que se realiza son nueve necropsias diarias. Normalmente hay un flujo de 7 a 12 fallecidos por día. Actualmente, tenemos 28, muchos de ellos no están completos», sostiene Martínez, mientras que Epifanio Rojas, asistente funerario, asegura que muchos cadáveres llegan con heridas de bala diariamente.

TERROR EN LAS PISTAS: CHOFERES SE ENFRENTAN TRAS CHOQUE

Pese a tener pasajeros a bordo, dos choferes de distintos buses se enfrentaron con piedras, luego de que sus unidades impactaran en Villa el Salvador. En primera instancia se creía que los dos buses eran de la misma empresa; pero esa desmintió el hecho, indicando que terceros copian los logotipos de “Los Chinos” ilegalmente.

Ambos conductores fueron identificados, uno como Freddy Espinoza, quien laboraría para la empresa de transportes Nuevo Perú, mientras que el otro conductor como Antonio Obregón Ortiz quien manejaría la unidad de manera informal, la cual registra 25 papeletas.