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La gestión del presidente Pedro Castillo ha dispuesto el cierre de las playas de todo el litoral del Perú los días 31 de diciembre y 1 de enero próximo. Esto, con el objetivo de prevenir las aglomeraciones y reducir el riesgo de contagio de la COVID-19, además del avance de la nueva variante ómicron.

En efecto, se prohíbe el uso de las zonas de descanso de arena o piedras inmediatamente colindantes con el mar, de la ribera de ríos, lagos o lagunas y de las piscinas públicas. Dicho anuncio fue dado por el titular del Minsa, Hernando Cevallos, en conferencia de prensa del Consejo de Ministros.

“Se establece que los días 31 de diciembre y 1 de enero no se usarán las zonas de playas ni piscinas. El resto de días se podrá utilizar controlando el aforo y cumpliendo las medidas de prevención. El acatamiento de esta disposición corresponde a las fuerzas del orden y gobiernos locales”, precisó la máxima autoridad del sector Salud.

No obstante, sí estará permitido el uso de los espacios públicos aledaños, tales como malecones, veredas, ciclovías, entre otros, para el desarrollo de deportes al aire libre, con el uso correcto de mascarilla. Asimismo, no estará permitida la venta y consumo de bebidas alcohólicas, ni la venta de alimentos en zonas de descanso de arena o piedras colindantes con el mar.