Minsa advierte que gotículas de saliva de infectados pueden esparcirse en playas

El último fin de semana, miles de bañistas abarrotaron las playas de la capital en busca de sol y mar. Mientras que la capacidad del balneario de Agua Dulce en Chorrillos fue desbordada por los visitantes al burlarse de los controles sanitarios que solicitaban el carné de vacunación.

Tras este hecho, algunas autoridades han comenzado analizar el cierre de las playas. El primero en anunciarlo fue el alcalde de La Punta, quien aseguró que nadie podrá ingresar al mar 1 y 2 de enero con el fin de salvaguardar la salud de sus vecinos y de los veraneantes.

Sin embargo, ante la llegada de la variante ómicron a territorio nacional y las aglomeraciones de personas en estas zonas, se podría facilitar la trasmisión del virus gracias a las gotículas de saliva de infectados.

“Cuando hablamos, cantamos, gritamos, estornudamos o tosemos eliminamos gotas de saliva. Si es un lugar aglomerado, así sea al aire libre como las playas, las personas con covid-19 infectarán a otras, sobre todo a quienes no se vacunaron, a los adultos mayores o a quienes tienen comorbilidades”, explicó César Munayco para a la agencia Andina.

El director ejecutivo de Vigilancia en Salud Pública del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa, César Munayco, consideró que lo ideal es evitar espacios cerrados porque allí no circula el aire.

“El virus puede estar flotando en el ambiente por lo menos 30 minutos y si no se usa la mascarilla las consecuencias pueden ser perjudiciales, más aún si estos últimos son personas no vacunadas o con comorbilidades (diabetes, hipertensión, etc)”, añadió.