Mientras que Europa y Estados Unidos han aplicado restricciones tras reportar récords de infecciones e incrementos de hospitalizaciones aupados por ómicron, el gobierno mexicano no ha impuesto cierres.
CIUDAD DE MÉXICO, 6 ene (Reuters) – México alcanzará esta semana las 300,000 muertes por COVID-19, según cifras oficiales, en momentos en que las infecciones repuntan nuevamente tras las festividades navideñas, impulsadas por la contagiosa variante ómicron y el turismo.
Después de un incremento en los casos y muertes a fines del verano boreal, México, el quinto país en el mundo con más decesos asociados a la pandemia, redujo drásticamente las infecciones hacia el otoño, a medida que avanzaba la vacunación.
Ahora, a medida que ómicron acelera las tasas de infección, la tendencia se está invirtiendo: los casos se han más que duplicado en la última semana, azuzados por las reuniones decembrinas y el turismo, principalmente desde Estados Unidos.
Hasta el miércoles, México acumulaba cuatro millones de casos confirmados y 299,805 defunciones, un incremento de casi 300% respecto a los contagios en la última semana.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó el miércoles como «una bofetada» ver cómo la gente se pone en peligro al referirse a una fiesta durante un vuelo de Sunwing Airlines de Montreal a Cancún. La autoridad agregó que el regulador aéreo ya abrió una investigación al respecto.
Videos viralizados del vuelo del 30 de diciembre muestran a pasajeros sin mascarillas, juntos, cantando y bailando en el pasillo y en los asientos del avión. Incluso, se ve cómo comparten, entre varios, una botella de vodka. El vuelo era fletado y algunos pasajeros eran miembros de reality shows.
Mientras que Europa y Estados Unidos han aplicado restricciones tras reportar récords de infecciones e incrementos de hospitalizaciones aupados por ómicron, el gobierno mexicano no ha impuesto cierres y su presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que ómicron «no tiene la gravedad» de la variante delta.
«A partir de diciembre, mucha gente empezó a salir y hay muchos que ya no llevan cubrebocas», aseguró Isauro Pérez, un taxista de 53 años en un parque de Ciudad de México.
«Me preocupo mucho por mi familia porque yo soy taxista y salgo a la calle, pero procuro que la gente traiga cubrebocas porque si no nos cuidamos nosotros el Gobierno no nos va a cuidar», agregó.
«NO NOS PREPARAMOS»
Para la doctora Laurie Ximénez-Fyvie, profesora e investigadora principal del laboratorio de genética molecular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cifra de fallecidos demuestra el «absoluto fracaso» del Gobierno.
«Cuando esta historia se termine de contar habrá sólo una variable para medir el éxito o fracaso de las estrategias gubernamentales para enfrentar la pandemia y esta es cuánta gente se murió», aseguró Ximénez-Fyvie, autora del libro «Un daño irreparable, la criminal gestión de la pandemia en México».
Pese a que López Obrador defiende su manejo de la pandemia, hasta mediados de diciembre México reportó 451,864 defunciones asociadas al COVID-19, un exceso de mortalidad del 70%.
Además, México es el país con la mayor tasa de letalidad de las 20 naciones más afectadas por la pandemia en el mundo, según un análisis de la Universidad Johns Hopkins.
Para Ximénez-Fyvie y otros investigadores la cifra de fallecidos es conservadora ya que no se hacen suficientes pruebas para detectar el virus en el país.
Según datos de Our World in Data, en la última semana de 2021 se hicieron en México 0.12 pruebas diarias por cada 1,000 habitantes frente a 20.6 tests en Reino Unido. Entre julio y septiembre México llegó al tope de 0.38 pruebas al día.
Expertos aseguran que la cuarta ola que se cierne sobre el país podría golpear con más fuerza que en Estados Unidos o Europa porque el país tiene una tasa de vacunación menor.
El 56% de los 126 millones de ciudadanos ha recibido el esquema completo de vacunación contra el COVID-19 frente a un 81% en España y un 62% en Estados Unidos.
Las hospitalizaciones de menores de edad también están creciendo rápidamente en el mundo por ómicron pero en México, el Gobierno insiste en que no inmunizará a los menores de 15 años, que representan más de un cuarto de la población del país.
«No nos preparamos para recibir a ómicron», sentenció Ximénez-Fyvie.
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