Una botica de la avenida Túpac Amaru, en el distrito de Comas, ha sido centro de hasta tres asaltos en menos de un mes. Los constantes golpes de la delincuencia dejaron al negocio al borde de la quiebra.
La cámara de seguridad del establecimiento registró el último atraco. Pese a las pruebas y las denuncias, los efectivos de una comisaría ubicada al frente no se han acercado a recolectar las huellas dejadas por los hampones.
«El técnico que procesa las imágenes se encuentra las vacaciones y regresa el 11 de enero», cuenta la administradora del negocio respecto a lo que le responden en la dependencia policial.
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