Padres, familiares y amigos de la niña de 11 años cuyo cuerpo fue hallado calcinado y sin vida en San Juan de Lurigancho pidieron justicia para ella al darle hoy el último adiós.
Mediante carteles en los que se pedía «justicia», familiares, compañeros de colegio y vecinos llevaron el féretro por inmediaciones de su vivienda, ubicada en la zona de Canto Rey.
La menor asistía a un taller de pedrería que se impartía como curso de verano en la comisaría de Canto Rey, pero al salir fue interceptada por un sujeto y no volvió a su casa.
El viernes 2 de febrero, un mototaxista se percató que a diez cuadras de la comisaría estaba el cuerpo de una persona incendiándose. Resultó ser de la menor.
Las cámaras de seguridad del distrito captaron a un sujeto transportando a la menor luego de que ella saliera de la comisaría de Canto Rey.
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