El último fin de semana, Camilita, una niña de 4 años de edad fue raptada, ultrajada y asesinada por un sujeto en Independencia. A la conmoción por este crimen se suman las trágicas muertes de niños a manos de sus padres en las últimas 48 horas.
Es el caso de Johnny Auriz Matos, quien asfixió a sus dos hijas de 2 y 4 años en Ica. En su defensa dijo que lo hizo porque su esposa está esperando un niño de otro hombre. Igual de dolorosa es la muerte de una bebé de un año y medio, presuntamente asesinada por su madre, quien llevaba un tratamiento contra la depresión.
A la ola de violencia contra menores también se suma el hallazgo del cadáver de una niña en una casa de San Juan de Lurigancho. La situación requiere de un plan gubernamental para evitar más víctimas inocentes.
Te puede interesar:
También te puede interesar