Uno de los locales intervenidos tenía al fondo un ambiente para reuniones, las que están prohibidas.
Los fiscalizadores de San Martín de Porres contaron con el apoyo del Ejército para ubicar los locales donde se expende bebidas alcohólicas sin cumplir con las medidas sanitarias para evitar los contagios de Covid-19.
En la intervención sobre uno de estos locales, se detuvo a cuatro clientes que libaban licor en una tienda que, de forma clandestina, en el interior tenía un ambiente para este tipo de reuniones prohibidas durante el estado de emergencia.
Pese a que la dueña del local aseguró que todos eran parte de su familia y que estaban «compartiendo» por el cumpleaños de uno de ellos, los detenidos fueron llevados a la Comisaría de Sol de Oro.
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