Lo salvaron y le dieron un hogar tras encontrarlo herido en una calle de La Molina. Diez años después podrían perderlo.
Hace diez años, la familia Zúñiga encontró herido a un ejemplar de guacamayo azul y amarillo en una calle de La Molina. Tras salvarle la vida decidieron adoptarlo y bautizarlo como ‘Benito’, convirtiéndolo en un miembro más de la familia, aunque ahora estarían a punto de perderlo.
«Soy una persona diabética, me está afectando mucho. Es como un hijito para mí. No sabía que había una ley», dice Nelly Zúñiga, quien asegura que ‘Benito’ la ayuda emocionalmente.
De acuerdo al Código Penal, está prohibido poseer un animal silvestre. Hace unos días, personal policial y de Serfor llegaron al domicilio para llevarse al guacamayo. Sin embargo, doña Nelly se descompensó y el ave sufrió un cuadro de estrés, por lo que el decomiso fue suspendido.
‘Benito’ permanecerá junto a la familia Zúñiga, pero el hijo de doña Nelly podría recibir una multa de hasta 5 mil UITs y se le abriría una investigación en la Fiscalía Ambiental.
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