Lamentablemente, ninguna veterinaria aceptó tratar al perrito y se le tuvo que aplicar la eutanasia.
Un efectivo de la Marina de Guerra hizo hasta lo imposible para rescatar a un perrito que había sido atropellado por un vehículo que se dio a la fuga en la Panamericana Norte, cerca del óvalo de Puente Piedra.
El teniente Ítalo Aranda cumplía sus actividades en la zona cuando se percató del perrito accidentado. De inmediato lo recogió y lo llevó a una veterinaria. Lamentablemente, nadie quiso tratarlo.
El marino cuenta que tuvo que aplicarle la eutanasia. Junto a sus colegas le dio una digna sepultura.
Te puede interesar:
También te puede interesar