"Esta gente sale porque no tiene qué comer", señaló uno de los vendedores.
Este jueves, decenas de comerciantes informales salieron a ofrecer diversidad de productos en las calles del distrito de San Juan de Lurigancho pese a que aún rige el estado de emergencia dispuesto por la pandemia de la COVID-19.
Los ambulantes venden diversidad de objetos que van desde golosinas hasta ropa de segunda mano. «Tengo dos hijos y no me tocó ningún bono. (…) ¿Entonces de qué vivo? Si no salgo a vender, mis hijos no comen. Soy madre soltera», señaló una comerciante.
Otro vendedor indicó que salen por un tema de necesidad tras varias semanas sin ingresos económicos. «No tenemos qué comer, queremos que vengan el presidente y el alcalde. Esta gente sale porque no tiene qué comer», agregó.
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