Los agentes llegaron a los exteriores del inmueble, pero se excusaron de intervenir la celebración clandestina.
Pese a la bulla y las luces llamativas, efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) se negaron a intervenir una fiesta clandestina que se realizaba en la azotea de un edificio de la urbanización Palao, en el distrito de San Martín de Porres.
Al notar la llegada de la prensa, los participantes apagaron las luces y la música. La PNP llegó minutos después y optó por no ingresar. Uno de los agentes indicó que, como se trataba de un edificio, no sabían quién era el propietario y no querían molestar a los demás inquilinos.
Los agentes se retiraron de la zona sin detener a ninguna persona, lo que causó molestia en los vecinos que habían reportado la celebración. Ellos señalan que este tipo de fiestas son constantes en su urbanización.
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