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La Beneficencia de la Municipalidad Provincial de Trujillo y un grupo de familias se disputan la posesión de un terreno de 8000 m², que se ubica a la espalda del ex complejo Chicago.

En la víspera, un grupo de  policías y de gente de mal vivir se enfrentaron. Al parecer, los vándalos fueron convocados para defender a las familias de un posible desalojo. En consecuencia, en medio de disparos al aire, resistencias y gritos, las casas precarias de calamina y madera quedaron hecho ruinas. 

La Beneficencia de la Municipalidad Provincial de Trujillo alega que ese terreno le pertenece y que el vigilante que contrataron en vez de dar seguridad al recinto trajo a su familia y a otras personas extrañas a vivir allí.

“Nosotros no hemos hecho ningún tipo de desalojo, el señor (vigilante) ha permitido que durante años se acumule la basura y ha estado utilizando de mala forma el terreno, se ha estado quedando acá, ha estado trayendo gente de afuera, por eso es que hemos iniciado un proceso contra él”, dijo Marlon Angulo, gerente general de la Beneficencia de Trujillo. 

Plazo vencido

Por otro lado, las familias aseguran que viven desde hace 40 años allí y que incluso en sus documentos de identidad figura la dirección del terreno; sin embargo, no mostraron ningún documento que acredite que ese terreno les pertenece. 

“Hemos hecho los trabajos de limpieza y recuperación, porque ya se ha cumplido el plazo que habíamos dado de 20 días para que los señores desocupen de manera pacífica y nos encontramos con esta sorpresa: que han traído maleantes. No tienen ningún tipo de documentación que los avale”, agregó el gerente de la Beneficencia.