Este jueves 18 de enero, el Poder Ejecutivo promulgó la ley de reforma electoral que elimina las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esta norma, que se difundió en el diario oficial «El Peruano», implica que los partidos políticos continúen teniendo la facultad de elegir el mecanismo para la selección de sus candidatos en un proceso electoral.
El documento fue firmado por la presidenta, Dina Boluarte, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, así como el titular del Congreso, Alejandro Soto; y la vicepresidenta del Parlamento, Rosselli Amuruz. De hecho, Boluarte tenía hasta este viernes 19 de enero para firmar u observar la autógrafa de ley, pero un día antes de la fecha ratificó los cambios a la Ley de Organizaciones Políticas (28094).
Al respecto, el pleno del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) consideró inviable la propuesta congresal, debido a que «no permitiría seguir avanzando con el proceso de democratización partidaria dispuesto por la propia Constitución, dado que se retornaría a fórmulas anteriores que no permitían una participación masiva de los electores en la selección de los candidatos», entre otros motivos.
Por ello, Latina Noticias conversó con el politólogo de la PUCP, Fernando Tuesta, el abogado especializado en Derecho Público, José Naupari, y el analista político, Luis Nunes, quienes nos detallaron qué significa para la ciudadanía y para los partidos políticos esta promulgación.
Las elecciones primarias abiertas y obligatorias (PASO) fue una reforma aprobada y vigente desde el 2019 que establecía que las votaciones primarias se realicen bajo un solo modelo: contemplando la participación de todos los peruanos, afiliados o no a una agrupación política.
Sin embargo, las PASO nunca se aplicaron, ya que fueron suspendidas en dos oportunidades: a raíz de la pandemia del COVID-19 y por pedido de los organismos electorales por razones técnicas para su adecuada ejecución.
Ahora, con la promulgación de reforma que elimina la participación de la ciudadanía, se propone que sean tres las modalidades para las elecciones primarias: participación de ciudadanos previamente inscritos como electores ante los partidos, vía voto directo únicamente por parte de los militantes o por delegados.
Para Fernando Tuesta, politólogo de la PUCP, que solo los militantes elijan a un candidato del partido es muy poco útil, debido a que se ha registrado una escasa afluencia en votaciones anteriores. «Los congresistas criticaron mucho las PASO, diciendo ‘¿por qué la gente va a intervenir? Esto debe ser cerrado a los militantes’, bueno, 5% de los militantes fueron a votar en promedio, del 2021 al 2022«, explicó.
Además, las PASO permitía una competencia interna para que los militantes que cumplieran con los debidos requisitos puedan inscribirse como candidatos, y luego, los que consiguieran más votos puedan constituir la lista. Sin embargo, «ahora se pueden presentar listas completas, y generalmente los partidos se ponen de acuerdo entre ellos para postular una lista única, osea no hay competencia«, detalla Tuesta.
Asimismo, el politólogo explica que con las PASO se había fijado una valla de 1.5% de votos para competir en esas elecciones. «Sirve como una suerte de filtro contra la proliferación de partidos. Eso ahora no hay y por lo tanto vamos a tener una treintena de partidos de cara al 2026«, sentenció.
«En realidad lo que tenemos no es cualquier modificación, es un retroceso porque cuando los partidos elijan a sus candidatos va a significar primero, gasto al Estado, segundo, no va a haber competencia, no va a haber legitimidad y vamos a tener más de lo mismo y más de lo mismo es peor«, opinó Tuesta.
Por otro lado, para el abogado especializado en Derecho Público, Jose Naupari Wong, la ley que sostenía como viables las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) tiene severas inconsistencias.
Por ejemplo, de acuerdo a esta norma, el voto de los ciudadanos ayudaría a filtrar candidatos. No obstante, Naupari señala que para competir en las PASO se necesitaban un 1.5% del total de votos válidos, «¿qué tanto te va a filtrar?«, cuestiona el especialista.
En esa misma línea, para Naupari, esta ley de reforma electoral que modifica la modalidad de las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) no es una contrarreforma, sino un retroceso.
«Mi preocupación no es tanto la eliminación de las PASO, pero lo que yo no te puedo aceptar es que le des al partido la opción de escoger, incluso la posibilidad de elección por delegado. El tema viene en el punto c», señaló el abogado.
En el artículo 24 que especifica las modalidad de las primarias, se determina que las votaciones pueden realizarse a través de delegados, «los que previamente deben haber sido elegidos mediante voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los afiliados». Pero, resaltamos que, solo se requiere el 10% de votos válidos de los delegados electos. «Entonces si yo coloco que mis delegados son siete, ¿suficiente que vaya uno?», objetó Naupari.
En conclusión, debido a estos grandes vacíos e inconsistencias que tiene la redacción de la norma, «los partidos van a hacer lo que les dé la gana», sentenció.
Lo cual resulta sumamente cuestionable, ya que «el Estado está legitimado para intervenir de manera intensa en su organización», señaló Naupari. De hecho, el especialista explicó también que considera que las PASO «eran y son una medida desproporcionada».
Naupari concluyó que solo es necesario e importante tener una sola modalidad de voto. «Colócale una única modalidad: militante – voto, 80% de participación, si no vas, piña pues, no sigue participando». dijo.
El analista político, Luis Nunes, también critica las modalidades de voto para las elecciones primarias. Este criticó severamente el apartado c, en el cual dan la posibilidad de elegir a los candidatos vía voto de los delegados.
«Si Ica manda 10 o 15 delegados a Lima, acá la mala costumbre que tienen los dirigentes de los partidos es que los meten en un hotel, les dan trago, diversión y bueno, les dicen ‘todo eso te lo doy para que votes por el candidato X’. El sistema no está funcionando bien«, detalló.
En el artículo 24, apartado b, se especifica que las elecciones pueden darse con voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los afiliados del partido, punto que resalta Nunes. «Yo me quedo con la parte b, creo que miembros de los partidos deben votar universalmente para que elijan a sus dirigentes. Lo que yo llamo un militante, un voto», destacó Nunes.
No obstante, sí admitió que «los militantes no tienen internalizado el votar». «Habría que hacer un gran trabajo educativo dentro de los partidos para que entiendan el valor de lo que es el voto interno», sugirió. De hecho, Nunes señala que el APRA y Acción Popular comenzaron con buen pie, pero con el tiempo lo dejaron de hacer por «la criollada» para «terminar eligiendo lo mismo».
Por otro lado, Nunes manifestó estar de acuerdo con eliminar el voto de la ciudadanía, punto que es actualmente altamente debatido. Según el especialista, el ciudadano peruano no está interesado en la política, e incluso se queja cuando un voto es obligatorio.
«No tenemos la cultura política de un ciudadano argentino que tiene mucho más educación electoral y se someten a ir a votar en una elecciones primarias abiertas y universales. El ciudadano peruano no está ni quiere estar muy enterado sobre política, e incluso dicen ‘¿por qué el voto es obligatorio'», explicó.
Fernando Tuesta explicó también que en esta modificación se han aprobado dos puntos fundamentales. El primero es la reincorporación de las firmas adherentes como requisito de inscripción de partidos. En total, el partido necesitaría 500.000 firmas válidas. No obstante, esto es imposible de lograr, según el especialista, quien explicó que esto genera actos ilegales. «¿Qué hacen? Se crean mercados de falsificación de firmas y entonces, compran. Aquí se mercantiliza de la peor manera la política».
Asimismo, Tuesta afirma que también se estaría regresando el voto preferencial «que ha hecho tanto daño al interior de los partidos». Ambos puntos no tienen que ver con las PASO directamente, no obstante, en el debate fueron incluidos lo que denota «prácticas legislativas absolutamente cuestionables y el Gobierno en vez de observar la ley simplemente lo ha firmado, colaborando con este desastre que vamos a tener de cara al 2026».
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