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Perú tiene sus propias tradiciones y una de ellas es el Año Nuevo Andino. Por eso, los ciudadanos de Puno y de Huancavelica, una vez más, participaron en este importante evento, cargado de cultura, tradición y culto solar. Con mucha fe y esperanza, las personas se reunieron para recibir lo primeros rayos del sol y así pedir mayor prosperidad a su respectiva región.

“Pedimos que nuestro Apu y nuestra Pachamama den prosperidad a todos los moradores de la ciudad de Juliaca, de la región y del país entero. También que haya trabajo, que haya salud y que se practique la cultura de nuestros ancestros», dijo uno de los puneños.

ASÍ FUE LA CELEBRACIÓN EN PUNO

La importante ceremonia, donde los ciudadanos se reconectan con sus raíces y promueven la identidad de los pueblos, se desarrolló el 21 de junio, ya que es el Día Internacional del Solsticio de Invierno. «Lo que se hacía cada 21 de junio era recibir al Tata Inti, al sol, y era la divinidad mayor, porque (en la historia) hubo varios cultos: a los Apus, a la Pachamama, a la Mamakota. Pero el más importante era el culto solar», señala un residente de Puno.

La festividad empezó y al caer la tarde, los ciudadanos y hasta escolares subieron a la cima del cerro Huaynarroque para realizar el pago a la tierra en una emotiva ceremonia. Y cuando empezaron a salir los primeros rayos del sol, las personas alzaron sus manos para atraer todos los buenos deseos. A la vez, solicitaron que la paz regrese a la región después de los conflictos sociales.

¿Y EN HUANCAVELICA?

Familias de Huancavelica también se reunieron en el bosque de piedras del centro poblado de Sachapite, para participar del Año Nuevo andino. 

Desde las 4 de la madrugada, a 4.000 metros sobre el nivel del mar y con una temperatura de -5 grados, las personas esperaron con gozo la salida del sol. En esta ceremonia, los participantes también realizaron un agradecimiento al sol mediante la entrega de ofrendas; entre ellas, hoja de coca, frutas, tubérculos y chicha de jora.

Con esta actividad cultural, los peruanos tienen la posibilidad de reconectarse con su entorno en la naturaleza. Y la importancia de este evento quedó demostrada en 2019, cuando las Naciones Unidas reconocieron el Día Internacional del Solsticio.