En Tarma, en la carretera que conduce a la planta de UNACEM (Unión Andina de Cementos), ciudadanos se han concentrado para exigir una indemnización a la empresa por los daños ambientales.
Las prácticas han afectado la salud de los residentes del distrito La Unión Leticia y sus cultivos. De acuerdo a los tarmeños, los manantiales también se han visto en peligro. Con el agua, riegan sus terrenos.
«Hay oro, hay plata. La Unión sigue pobre», gritaban los vecinos, quienes esperan tener un diálogo pronto con los representantes de la empresa.
En el lugar, se han colocado piedras para restringir el acceso de vehículos al lugar y la salida de tráilers con cemento. El paro duraría 48 horas. Sin embargo, podría convertirse en un paro indefinido si es que no hay respuesta.
Cabe mencionar que, en algunos colegios, las clases se desarrollaron con normalidad, mientras que en otros, los profesores no llegaron para dictar.
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