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Dormir hasta tarde puede ser una actividad normalizada en muchas personas; sin embargo, esta podría traer algunos problemas en temas de salud y que no se está tomando en cuenta.

Por más increíble que parezca, una de ellas es la diabetes, conocida enfermedad crónica o prolongada que no regula la cantidad de azúcar en la sangre. Sin embargo, ¿qué tanto se relaciona con llevar una vida como noctámbulo?

AUMENTO DE RIESGO

De acuerdo con un grupo de científico del Hospital Brigham and Women’s y la Universidad de Harvard descubrieron que el dormir y despertarse tarde aumenta la posibilidad de padecer diabetes.

Según la investigaciones, el cronotipo nocturno se asocia a un incremento del 19 % del riesgo de esta enfermedad relacionada a los niveles elevados de glucosa (o azúcar) en la sangre.

Con esto, los especialistas llegaron a la conclusión de que las personas con un estilo de vida poco saludable poseen altos riesgos de desarrollar diabetes, a diferencia de aquellos que suelen dormir temprano.

ESTUDIO EXHAUSTIVO

Los científicos estudiaron la información de más de 60 mil enfermeras del Nurses’ Health Study II. Allí agregaron el cronotipo de cada participante, índice de masa corporal, antecedente familiares de diabetes, entre otros.

A través de este informe, los participantes debían percibirse como personas nocturnas o matutinas, teniendo como resultado que el 11 % se consideraban como vespertinas, mientras que el 35 % declararon tener un cronotipo matutino.

Sin embargo, la mitad de la población se calificó como intermedio; es decir, que no se identifican con el horario nocturno ni matutino. A raíz de ello, se determinó que el 72 % de personas con cronotipo vespertino se asoció a un incremento del 19 % del riesgo de diabetes.

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