Hay 109,000 centenarios viviendo en Estados Unidos hoy en día, un 60% más que hace 10 años.
Un estudio reciente publicado en el Wall Street Journal revela un factor importante para vivir más allá de los 90 años. Aunque la dieta y el ejercicio son importantes para prevenir enfermedades y aumentar la longevidad, la investigación sobre el envejecimiento muestra cada vez más que vivir más allá de los 90 años está vinculado a la genética.
Según Thomas Perls, experto médico de la Universidad de Boston, la genética contribuye al 25% de nuestra capacidad para alcanzar los 90 años, al 50% para alcanzar los 100 años y al 75% para alcanzar los 106 años. Sin embargo, esto no significa que el estilo de vida y la medicina moderna no influyan en la longevidad. El censo estima que hay 109,000 centenarios viviendo en Estados Unidos hoy en día, un 60% más que hace 10 años.
Además, aunque la genética es un factor importante, no es el único. La salud mental también juega un papel proponderante, incluyendo la perspectiva de vida y las fuertes conexiones con familiares y amigos. “Mantener buenas relaciones podría ser una clave para la salud”, dice Amanda Cook Maher, neuropsicóloga.
En cuanto a los genes que contribuyen a la longevidad, es difícil desenredarlos exactamente. Pero las variantes o rasgos que nos protegen reparando el ADN o resistiendo enfermedades como el Alzheimer están ahí arriba. Los centenarios tienden a tener niveles de promedio a bajos de biomarcadores sanguíneos como creatinina (un factor en la salud renal), glucosa y ácido úrico.
En resumen, aunque no podemos controlar nuestra genética, podemos tomar medidas para mejorar nuestra salud mental y física. Mantener relaciones saludables con amigos y familiares, hacer ejercicio regularmente y comer una dieta equilibrada son algunas formas con las que podemos mejorar nuestra calidad de vida.
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