Con la llegada de la Navidad y Año Nuevo, los viajes para celebrar estas festividades aumentan.
El uso de mascarillas en los aviones ha vuelto a ser tema de controversia en Estados Unidos con la llegada de las fiestas de fin de año, pues es en esta temporada en la que las enfermedades y brotes virales comienzan a alcanzar su punto máximo en el país.
Desde la primera semana de diciembre, al menos 15 estados de EE. UU. vienen experimentando niveles altos o muy altos de enfermedades respiratorias, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Las enfermedades rastreadas por los CDC incluyen COVID, influenza y RSV, un virus que causa síntomas leves parecidos a los del resfriado en la mayoría de las personas, pero que puede ser grave en bebés o adultos mayores.
En ese sentido, según expertos, usar una mascarilla dentro de un avión continúa siendo una forma confiable de evitar contraer COVID o algún otro virus que podría frustrar los planes de Navidad y Año Nuevo, así como volver a las medidas de protección sanitaria, como el frecuente lavado de manos.
Por ello, la mejor opción para mitigar la exposición viral es elegir el tipo correcto de mascarilla. Si aún las usas, evita las de tela y opta por una mascarilla N95 y KN95, debido a su alta capacidad de filtración y su ajuste cómodo sobre la nariz y la boca.
Cabe precisar que estas mascarillas pueden protegernos contra la gripe y la COVID; no obstante, no son igual de eficaces contra el rinovirus, causante del resfriado común. Para esto, los expertos recomiendan el uso de doble mascarilla, donde podemos incluir una de tela.
Pese a la controversia inicial, las aerolíneas y los propios pasajeros han llegado a aceptar el uso de mascarillas como una nueva norma en los viajes aéreos. En un futuro, es probable que las mascarillas sigan siendo una parte integral de nuestra experiencia de viaje, al menos en el futuro previsible.
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