Información fue brindada por el director general de la farmacéutica Moderna.
El director general de Moderna, Stéphane Bancel, dijo que la vacuna experimental contra el melanoma desarrollada por su empresa podría estar disponible en sólo dos años, lo que representaría un paso histórico contra la forma más grave de cáncer de piel.
Se estima que, sólo en 2020, hubo 325 mil nuevos casos y 57 mil muertes por esta enfermedad en todo el mundo. «Creemos que en algunos países el producto podría lanzarse con aprobación acelerada el 2025», señaló en una entrevista.
A diferencia de las vacunas convencionales, las llamadas vacunas terapéuticas tratan una enfermedad, en lugar de prevenirla. Pero también actúan entrenando el sistema inmunológico del cuerpo humano contra el agente invasor.
Actualmente, las vacunas terapéuticas representan una verdadera esperanza en oncología, una «inmunoterapia 2.0», según Bancel.
Los proyectos de Moderna recibieron un impulso con los últimos resultados de los ensayos clínicos, que muestran una mejora en las posibilidades de supervivencia gracias a la vacuna.
La tecnología utilizada es el ARN mensajero (ARNm), que ha demostrado ser muy eficaz contra formas graves de Covid-19.
En un estudio, en el que participaron 157 personas con melanoma avanzado, la vacuna Moderna, en combinación con el fármaco de inmunoterapia Keytruda, del laboratorio MSD, reduce el riesgo de recurrencia o muerte en el 49% de los casos durante un período de tres años, en comparación con la administración única de Keytruda.
En 2022, Moderna ya había anunciado resultados de seguimiento de dos años que mostraban una reducción del riesgo del 44%.
«La brecha en la supervivencia está creciendo. Cuanto más tiempo pasa, más vemos esta ventaja. Tenemos una de cada dos personas que sobrevive, frente al mejor producto del mercado que, en oncología, es enorme”, mencionó Bancel, explicando que la tasa de efectos secundarios no ha aumentado.
Los ensayos clínicos existentes podrían formar la base para la aprobación condicional de la vacuna, conocida como mRNA-4157m, dijo Bancel.
En este escenario, un estudio más amplio de «fase 3», en el que participarán mil personas y que Moderna llevará a cabo en 2024, podría confirmar la autorización condicional previa.
Tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como la Agencia Europea de Medicamentos han colocado la terapia en una vía de revisión acelerada.
El desarrollo de vacunas comienza con la secuenciación del genoma del tumor de cada paciente y la identificación de mutaciones específicas para codificar. Se trata de un ejemplo de medicina «individualizada» adaptada «sólo a la persona tratada», afirmó Bancel.
Para prepararse para el lanzamiento al mercado de la vacuna, Moderna está construyendo una nueva fábrica en Massachusetts, Estados Unidos, a fin de tener un suministro abundante, lo cual es un requisito de la FDA.
El lunes pasado, la compañía anunció el inicio de un ensayo en «fase 3» de una vacuna de ARNm contra el cáncer de pulmón y está estudiando otros tipos de tumores.
La esperanza de Bancel es combinar estas vacunas contra el cáncer con «biopsias líquidas», pruebas innovadoras que detectan signos de tumores a través de análisis de sangre, que han comenzado a estar disponibles en Estados Unidos.
Cuanto más rápido se pueda detectar el cáncer, mejor funcionarán los nuevos medicamentos de Moderna, asegura Bancel.
Cabe indicar que hay otras empresas, como BioNTech, que también están trabajando en vacunas terapéuticas individualizadas contra el cáncer.
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