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«Le dedico mi silencio«, la nueva novela de Mario Vargas Llosa que estará disponible en librerías hispanohablantes desde la semana del 23 de octubre, será la última que escriba el autor peruano. Así lo adelantó en una nota al final del libro, dedicado a su prima y exesposa Patricia Llosa, de quien estuvo separado durante más de ocho años.

Será el punto final a una larga trayectoria, marcada por obras aplaudidas por la crítica como «La ciudad y los perros», «La casa verde», «Conversación en La Catedral», «La guerra del fin del mundo», entre muchas otras. «Ahora, me gustaría escribir un ensayo sobre Sartre, que fue mi maestro de joven. Será lo último que escribiré», indica en las últimas páginas el escritor nacido en Arequipa.

El anuncio, sin duda, significa toda una sorpresa para sus lectores, ya que en múltiples ocasiones Vargas Llosa había señalado que esperaba que la muerte lo encuentre escribiendo, «como un accidente». «Le dedico mi silencio», en todo caso, cierra una brillante carrera que tiene en su haber los reconocimientos literarios más importantes, como el Nobel de Literatura y el Premio Cervantes.

Tras ganar el premio sueco en 2010, el autor hispano peruano ha publicado cuatro novelas: «El sueño del celta», «El héroe discreto», «Cinco esquinas» y «Tiempos recios». Además, en los últimos años, también se aventuró a publicar relatos. Uno de ellos, «Los vientos», fue comentado debido a sus resonancias autobiográficas que antecedieron su ruptura con la socialité Isabel Preysler.

«LE DEDICO MI SILENCIO»: ¿DE QUÉ TRATA LA NUEVA NOVELA DE MARIO VARGAS LLOSA?

La última novela de Mario Vargas Llosa, según adelantó la editorial Alfaguara, está centrada en una de las pasiones del escritor: la música criolla. La trama se enfoca en Toño Azpilcueta, personaje también enamorado de este género que en el Perú tuvo representantes como Lucha Reyes, Arturo ‘Zambo’ Cavero, Felipe Pinglo, Óscar Avilés, entre otros.

Un día, sin embargo, la vida de Azpilcueta cambia al recibir «una invitación para ir a escuchar a un guitarrista desconocido, Lalo Molfino, personaje del que nadie sabe demasiado pero de gran talento». Este episodio «parece confirmar todas sus intuiciones: el amor profundo que siente por los valses, marineras, polkas y huainos peruanos tiene una razón más allá del placer de escucharlos (o bailarlos)».

La editorial continúa en su sinopsis sobre la novela: «Tal vez lo que ocurra es que la música criolla sea, en realidad, no sólo una seña de identidad de todo un país y expresión de esa actitud tan peruana de la huachafería («la mayor contribución de Perú a la cultural universal», según Toño Azpilcueta), sino algo mucho más importante: un elemento capaz de provocar una revolución social, de derribar prejuicios y barreras raciales para unir al país entero en un abrazo fraterno y mestizo. En un país fracturado y asolado por la violencia de Sendero Luminoso, la música podría ser aquello que recuerde a todos los que conforman la sociedad que, por encima de cualquier otra cosa, son hermanos y compatriotas. Y en esto, es posible que el virtuosismo de la guitarra de Lalo Molfino tenga mucho que ver».

«Toño Azpilcueta decide investigar más sobre Molfino, viajar a su lugar de origen, conocer a este personaje esquivo, saber de su historia, de su familia y amores, de cómo llegó a convertirse en un guitarrista tan excelso. Y se propone también escribir un libro donde contar la historia de la música criolla y desarrollar esa idea que ha inoculado en su mente el descubrimiento de este músico extraordinario. La ficción y el ensayo se entremezclan así, de forma magistral, en esta novela en la que el premio nobel peruano vuelve sobre un tema que le obsesiona desde hace años: las utopías. Eso es lo que persigue Toño Azpilcueta en última instancia: la utopía de generar, a través del arte, una idea de país».