Muchas personas consideran lavar el pollo antes de cocinarlo, pero ¿sabías que esto puede ser peligroso? Aquí te contamos más detalles.
Muchas personas consideran lavar el pollo antes de cocinarlo, pero, ¿sabías que esto puede ser peligroso para la salud? Expertos advierten que esta costumbre puede generar riesgos para la salud.
Según Gemma del Caño, autora del libro «Ya no comemos como antes», las carnes crudas, especialmente las aves, pueden tener una cantidad significativa de microorganismos como la Salmonella, Campylobacter y la Yersinia. Estos patógenos representan un mayor riesgo que la carne roja cruda, ya que pueden causar enfermedades graves como fiebre entérica, gastroenteritis aguda y enterocolitis.
El principal inconveniente al momento de lavar el pollo radica en que las bacterias presentes en la carne pueden dispersarse por toda la cocina, contaminando superficies, utensilios y otros alimentos. Esto puede dar lugar a la contaminación cruzada, exponiendo a quienes consuman los alimentos a enfermedades transmitidas por alimentos.
La empresa Certest Biotec, especializada en diagnósticos moleculares, advierte sobre los síntomas de estas enfermedades. La Salmonella puede provocar desde náuseas y vómitos hasta diarrea intensa y fiebre, mientras que la Campylobacter presenta síntomas similares, incluyendo diarrea con sangre. Por otro lado, la Yersinia enterocolitica puede causar inflamación del intestino delgado y del colon, con síntomas como diarrea y fiebre, siendo especialmente peligrosa para niños con sistemas inmunitarios debilitados.
Si aun así prefieres «limpiar» la carne cruda, existen alternativas más seguras. Por ejemplo, puedes usar papel absorbente para eliminar el exceso de sangre y fluidos sin dispersar bacterias por toda la cocina. Es importante recordar que cocinar la carne a la temperatura adecuada es la mejor manera de eliminar los microorganismos y garantizar la seguridad alimentaria.
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