O.J. Simpson, exestrella del fútbol americano que acaparó la atención mundial por su controvertido juicio por doble homicidio en 1994, falleció a los 76 años.
La noticia del fallecimiento de O.J. Simpson, una de las figuras más controvertidas en la historia reciente de Estados Unidos, ha conmocionado al mundo. A los 76 años, Simpson perdió su batalla contra el cáncer, rodeado de sus hijos y nietos, según anunció su familia este jueves 11 de abril.
Nacido el 9 de julio de 1947 en uno de los barrios más pobres de San Francisco, California, Orenthal James Simpson fue descubierto para el fútbol americano a la temprana edad de 13 años. A los 20, ya estaba debutando como profesional, iniciando así una carrera que lo catapultaría a la fama y lo convertiría en un ícono del deporte.
Durante una década, Simpson fue el símbolo de los Buffalo en la NFL, siendo reconocido como el mejor jugador de la Liga Nacional en 1968. Su retiro del fútbol y de los Buffalo en 1979 no significó el final de su carrera en los reflectores. Incursionó en la televisión como comentarista deportivo, en la publicidad y en el cine, aumentando su fortuna y entrando en los círculos de Hollywood.
Fue en 1994 cuando Simpson se vio envuelto en un escándalo que sacudió a toda la nación. El asesinato de su exesposa, Nicole Brown, y un amigo de esta, Ronald Goldman, desencadenó una serie de eventos que lo llevaron al centro de la atención mediática. A pesar de una orden de búsqueda y captura emitida contra él, su arresto se convirtió en un espectáculo televisivo seguido por millones de personas.
Lo que siguió fue un juicio que pasaría a la historia como el «juicio del milenio». Transmitido en directo, el proceso penal contra Simpson duró nueve meses y contó con la participación de 58 testigos de la acusación. Finalmente, el 3 de octubre de 1995, O.J. Simpson fue declarado «no culpable» y puesto en libertad, debido a la falta de pruebas concluyentes en su contra.
A pesar de ser absuelto en el juicio penal, Simpson enfrentó más problemas legales en el ámbito civil. En 1996 fue declarado responsable del doble asesinato en un proceso civil iniciado por los familiares de las víctimas, siendo ordenado a pagar una indemnización de 33.5 millones de dólares.
Después de sus enfrentamientos con la justicia, Simpson se trasladó a Miami, donde continuó protagonizando incidentes menores que lo llevaron ante los tribunales. En 2007 fue arrestado por robo con arma de fuego en Las Vegas, lo que resultó en una condena por secuestro y robo a mano armada en 2008.
Además de sus problemas legales, Simpson incursionó en los reality shows, permitiendo que su vida cotidiana fuera grabada y emitida en televisión. En 2006, anunció la publicación de un controvertido libro titulado «If I did it», en el que especulaba sobre cómo habría cometido el asesinato de su ex esposa, generando un gran escándalo que llevó a la cancelación del libro.
Con dos matrimonios a sus espaldas y varios hijos, O.J. Simpson deja un legado marcado por el éxito deportivo, pero también por el escándalo y la controversia. Su muerte pone fin a una vida llena de altibajos, que seguirá siendo objeto de debate y análisis en los años venideros.
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