La temporada 6 aborda los eventos más relevantes de la monarquía británica, lo que ha llevado a especulaciones sobre la veracidad de las situaciones presentadas.
El fenómeno televisivo «The Crown» regresa con la primera parte de su sexta temporada, sumergiendo a los espectadores en la intrigante vida de la familia real británica. Sin embargo, a medida que los episodios se despliegan, surge la pregunta inevitable: ¿Cuánto de lo que vemos es realidad y cuánto es pura invención dramática?
La serie, conocida por su meticulosa atención a los detalles históricos, ha generado controversias en torno a la representación precisa de los eventos y personajes reales.
Diana es mostrada usando un traje de baño animal print que desafía las normas reales. La serie replica con precisión el traje que Diana usó en la realidad, marcando su audacia incluso después de su divorcio oficial de Carlos.
En el episodio 3, Lady Di planifica su regreso a Londres, pero la serie sugiere que Dodi Al-Fayed cambió la fecha para proponerle matrimonio en París. La verdad es que Diana decidió pasar por París antes de regresar a casa, aunque su vuelta a Londres se retrasó por problemas relacionados con su campaña contra las minas terrestres. Cabe recordar que según se sabe que Dodi Al-Fayed, el último amor de Diana de Gales.
Dodi supuestamente le propone matrimonio a Diana antes de su trágica muerte. La serie se basa en fuentes que respaldan esta afirmación, aunque hasta hoy hay versiones contradictorias sobre si la propuesta ocurrió. Un anillo encontrado en la habitación de Dodi sugiere que la intención estaba presente.
La serie retrata a Lady Di rechazando amistosamente la propuesta. Aunque no se sabe con certeza si ocurrió, se basa en relatos de amigos que indican que Diana no planeaba volver a casarse, un detalle que la ficción abraza.
En la serie, el fantasma de Diana aparece ante Carlos y la Reina Elizabeth. Aunque esta representación ha generado críticas, el creador de «The Crown», Peter Morgan, aclara que no es un elemento sobrenatural, sino una expresión de cómo la presencia de alguien recién fallecido sigue viva en la mente de quienes lo aman.
Mientras «The Crown» cautiva con su narrativa, los espectadores deben recordar que, aunque basada en hechos reales, la serie se permite licencias artísticas que dan vida a la historia de una manera cautivadora, pero no siempre fiel a la realidad.
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