Tv en vivo

Clínica Montesur es multada con S/1 millón por Susalud y se investiga a obstetra por presunta mala praxis

Erle Mongrut Steane es el médico denunciado por Gitla Hochman de haberle practicado una mala praxis en el parto de un bebé que, a causa de ello, dice, moriría 7 meses después. La fiscalía investiga al galeno.

Por Beto Villar | avillar@latina.pe

“¿Está bien? Está morado”.

Era la 1:59 de la madrugada del 4 de diciembre de 2019 cuando, en la sala de partos de la Clínica Montesur, en Surco, un bebé luchaba por mantenerse vivo.

“Está morado el bebé… no llora… ¿pero está bien?”, preguntaba el padre del pequeño a quien bautizarían como José en un video al que Latina Noticias accedió. Respiración artificial, silencio y tensión es lo único que, de acuerdo con la familia del recién nacido, se sentía allí dentro.

Muchas cosas habían pasado para entonces: la mañana del 3 de diciembre, el día previo, Gitla Hochman había informado la pérdida de líquido con rasgos de sangre y malestar en el útero, había llegado al área de emergencia de la exclusiva clínica y solo horas después, según su testimonio, se ordenaría su hospitalización.

Pero sumado a una millonaria sanción de Susalud al centro médico, esta historia tiene a un médico a quien hoy la fiscalía investiga por homicidio culposo: Erle Mongrut Steane.

«ME DESTRUYÓ LA VIDA Y MATÓ A MI BEBÉ»

Una serie de videos, ciertamente dolorosos, muestran al pequeño José anclado a cables y respirando a duras penas.

-¿Qué hizo Mongrut conmigo? Me destrozó la vida y mató a mi bebé…

Gitla Hochman dice llevar años destruida pues lo que ocurrió a fines de 2019 se mantiene hasta hoy en su cuerpo y, sobre todo, en sus recuerdos.

José moriría siete meses después. Su certificado de defunción revela que su partida se produjo por la encefalopatía hipóxico isquémica en un cuadro de neumonía por broncoaspiración.

Pese a nuestras insistencias, el ginecólogo y obstétra Erle Mongrut Steane se negó a responder sobre las graves denuncias en su contra.

Una, la más importante, es la carpeta que la Segunda Fiscalía Corporativa Penal de Surco-Barranco le abrió en julio del año pasado, formalizando la investigación por el delito de homicidio culposo.

“Hay inconsistencias en la historia clínica, en lo que apunta el doctor, y todo lo que ha devenido en el daño a Josecito”, dice Wuilliam Rey, abogado de Hochman.

La defensa de Gitla explica que la historia empezó en agosto de 2018, cuando el doctor Erle Mongrut empezó a realizar los controles a la embarazada.

Para entonces, de la joven de 32 años brotaban amor y mucha expectativa por su primogénito.

“Era una mujer feliz de la vida. Era primer bebé y, como todas, tenía toda la ilusión de su hijito. Le compraban cosas y estaban felices, esperándolo”, cuenta Adriana Giurfa, madre de la denunciante.

El 30 de noviembre de 2019, sin embargo, algo ocurrió. Gitla sintió una incomodidad en el cuerpo y le mencionó al galeno que sentía que el bebé no se movía. Según su relato, Mongrut no prestaría interés a esa información. Su último control prenatal terminaría así.

 “MI BEBÉ ESTABA AGONIZANDO”

Tres días después, el 3 de noviembre de 2019, Gitla Hochman llamó al obstetra Erle Mongrut Steane para informarle que había perdido líquido con rasgos de sangre.

“Ella advirtió que botó líquido amniótico, pero el doctor le dijo era orina, que era normal -advierte el  abogado- Era, para un médico, una definición común, porque los bebés adentro de un cuerpo no respiran. Lamentablemente, eso es algo de lo que no se habla mucho en Perú: la violencia obstétrica: dejan a la parturienta porque dicen que los dolores son normales, ‘estás tensionada’, y eso ha generado los efectos que vimos.

Horas más tarde de aquel 3 de noviembre, Gitla sería internada en la clínica Montesur. Lo que ocurrió, según la denuncia, entre ese momento y la hora del parto en la madrugada del día posterior, fue un conjunto de presuntos errores, entre ellos, no evaluar ni monitorear correctamente a la madre ni ofrecerle una opción, diríamos, de emergencia, para dar a luz a través de una cesárea.

Hochman, incluso, denuncia que, para intentar limpiarse, Mongrut y su equipo alteraron información del bebé para evitar confirmar los problemas que se produjeron.

-Hay suficientes elementos de prueba de que Mongrut sabía que mi bebé estaba agonizando y no hizo una cesárea para que él nazca de una manera rápida -explica Gitla.

“El doctor debió advertir que había un parto y tenía dos posibilidades: esperar a que el parto fuese natural o hacer una cesárea. El doctor tomó el camino del parto natural, que está bien; sin embargo, debió monitorear más y no lo hizo, según los protocolos, lo que generó que Gitla entrara en crisis y el bebé se ahogara con el líquido amniótico”, añade el abogado Wuilliam Rey.

El pequeño José debió ser entubado tras el nacimiento. Moriría 7 meses después.

“Yo, en sala de espera, escuché a dos doctores que decían: ‘Qué le pasa a Mongrut que no procede, esa chica está sufriendo más de un día y no hace nada”, recuerda la abuela del pequeño José.

REANIMACIÓN Y SECUELAS, UN DOLOR QUE DURÓ 7 MESES

Sufrimiento fetal. Así es como explica la defensa de Gitla lo que pasó con el bebé, hoy fallecido.

Dice:

-Erle Mongrut ocasionó que mi bebé tuviera un paro cardiorrespiratorio, a causa de esa asfixia que lo hizo padecer más de un día, cuando había signos de sufrimiento fetal durante todo el trabajo de parto.

Imágenes proporcionadas por la familia denunciante muestran al recién nacido siendo atendido por Mongrut. Poco después, sin embargo, empezaría el trabajo de reanimación, ya sin él. Las secuelas de aquella escena, dice su familia, se materializarían después…

Gitla Hochman cuidó al primogénito pese a los problemas de salud que padeció.

“No le dio la oportunidad al bebé de nacer, de ser feliz con su mamá, que lo adoraba”, se lamenta la abuela del pequeño.

MILLONARIA SANCIÓN Y SILENCIO

A inicios de marzo de 2024, la Superintendencia Nacional de Salud, Susalud, decidió en última instancia multar con 250 unidades impositivas tributarias a la clínica Montesur por 13 subhechos vinculados al caso, entre ellas no realizar evaluaciones previstas en las guías médicas, no haber evaluado la necesidad de realizar una cesárea ni realizado un diligente monitoreo fetal, no evaluar los efectos de la anestesia epidural ni tampoco haber realizado adecuadamente el manejo de resucitación intrauterino.

La clínica tiene tres meses para evaluar si apela la multa de más de un millón de soles que deberá pagar al Estado.

Por su parte, El ginecólogo y obstetra con más de 3 décadas de profesión mantuvo silencio frente a estas imputaciones. La Clínica Montesur también se negó a participar de este reportaje.

La Segunda Fiscalía Corporativa Penal de Surco-Barranco deberá decidir dentro de unos días si prosigue o archiva un caso que ya cuenta con el antecedente de la sanción de Susalud. El delito: homicidio culposo.

Mientras esto ocurre, Gitla Hochman persiste en una batalla que le ha quitado años, fuerzas y vida, aunque sobre todo, le quitó la vida de un niño a quien todavía sueña.

“La sangre de mi nieto está en sus manos. La justicia tiene que actuar”, exclama Adriana, su abuela.

Lejos, pero aún adolorida en el corazón, Gitla finaliza:

-Espero que esta sanción sea un ejemplo para que las mamás no seamos víctimas de sujetos como estos, que creen que ponerse una bata blanca les permite matar bebés.

31 marzo 2024

Actualizado el : 31 marzo 24 | 9:44 pm

Tags:

También te puede interesar

Latina Televisión | Av. San Felipe 968 - Jesús María | Teléfono: 219 1000