En Gamarra, por ejemplo, no ha habido mucha venta de ropa de invierno. Además, las plagas están afectando al sector agrícola.
“Nuestro mar está caliente. Y esto es lo que denominamos el Niño Costero. Va a continuar hasta fines del año. Y se proyecta que siga hasta el próximo verano del 2024”, advierte Rina Gabriel, vocera del Enfen. De hecho, según la Organización Meteorológica Mundial, ya se está desarrollando un Niño Global. Y en Perú, este fenómeno ha provocado un invierno caliente, que está suscitado cambios en diferentes sectores económicos del país.
Las altas temperaturas se darán, sobre todo, en los siguientes tres meses y estarán hasta fines del año. La intensidad será al menos moderada, aunque no se descarta que podría convertirse en un fenómeno severo. En nuestro país, sin embargo, el calentamiento en los mares y en el clima ya comenzó. Hoy, en general, estamos a tres o cuatro grados sobre lo normal. “En invierno, era normal estar a 20 grados, pero hoy estamos a 24”, dice Rina Gabriel del Enfen.
El asunto es que, ante el calentamiento del mar, las especies acostumbradas a aguas frías están buscando este tipo de temperaturas bajas en las profundidades de la costa, por lo que se están alejando de la zona de acción de los pescadores. Tal es el caso de las anchovetas. “Están buscando temperaturas más frías y se han profundizado. Hay anchoveta, pero está más profunda”, señala Rina Gabriel.
Lo que definitivamente no hay es pejerrey. Pero así como existen peces que se repliegan, hay otros que son de temporada de verano y están apareciendo en este invierno peruano debido a los mares calientes. Es decir, ahora hay ballenas, tollo, atún, pota o cabrilla, entre otras especies.
Otro problema que está trayendo este fenómeno de El Niño es que se están produciendo plagas en el sector agrícola. “Este es el bicho del cesto. Es una plaga que afecta cuando hay temperaturas altas y que causa daño económico al cultivo de la exportación de la palta Hass. Aquí está en estado de larva, que se ha enrollado con este material vegetal que es parte de su proceso de desarrollo”, dice un exportador.
“En altas temperaturas nos salen así: nos salen pequeñas y obviamente estas no son exportables”, agrega. Pero no solo las paltas se están viendo afectadas. También las manzanas están comenzando a malograrse por los insectos que están apareciendo (los pulgones). “Esto es a consecuencia del fenómeno que estamos pasando, del cambio climático, de la corriente de El Niño”, dice una agricultora de Cañete.
De hecho, los agricultores de Cañete señalan que se pierde aproximadamente 15 mil soles por hectárea por culpa de los pulgones. Necesitan ayuda y la ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Nelly Paredes, asegura que ya los están apoyando. “Nosotros los estamos ayudando con el seguro agrario catastrófico. Ese es un seguro que lo tenemos desde hace años, pero la población casi no lo conocía. Este seguro lo manejamos desde aproximadamente 2017; sin embargo, no hacían la difusión respectiva”, dice.
Los agricultores, asimismo, indican que, en esta última campaña, en el valle de Cañete, se han perdido entre 1.200 y 1.400 hectáreas de papa. Y es que las plagas no permite que este producto florezca y crezca. “La papa necesita frío para que pueda hacer tubérculos. Y no hay frío, ahora hay calor”, expresa un exportador.
Otro de los productos que podría escasear, añade el exministro de Agricultura, José León, es el arroz. Para que esto no pase, proponer reponer en los próximos tres años la Ley de Promoción Agropecuaria, además de la devolución acelerada de IGV a nuevos proyectos de agroindustria.
Este invierno ha sido inusual en Perú, pues hay días de sol y de calor, por lo que no ha habido mucha venta de ropa de temporada. “En un invierno normal, las poleras no duran ni dos días. Dos, tres días vuelan; y dos, tres días vuelven a salir. Este invierno nos ha afectado mucho a los empresarios de Gamarra: el tema de que se ha estancado un poco la mercadería porque un día hace calor, otro día hace frío, y entonces, imagínense, la gente no sabe qué comprar. Entonces, a clima loco, precios de locura, así es”, dice Karethine, emprendedora de Gamarra.
“Estamos con precio de fenómeno, a solo 4 soles, aproveche”, manifiesta una vendedora del emporio comercial. “Precios de fenómeno, a solo 28 soles por mayor”, agrega otra. “Precios de fenómeno, a 15 soles el pequeño top para tu niña”, prolonga una tercera. Lamentablemente, no se están dando las ganancias que los vendedores esperaban para este 2023.
«Este tipo de prendas de tela se invirtió en el mes de enero, febrero, y ninguna autoridad nos dijo: ‘Oye, hay posibilidades de que esto pase’. Pudieron habernos advertido, pero no lo hicieron. El día que llegaron las lluvias nos dijeron la verdad: que no iba a haber invierno, pero ya toda la mercadería estaba comprada», dice Susana Saldaña, dirigente de Gamarra.
Según se informó, las regiones han ejecutado apenas el 24,9% de recursos para enfrentar los desastres. ¿Qué está pasando? Las autoridades del país están de reunión en reunión, pero es muy probable que volvamos a experimentar lo que ya hemos vivido. Esperemos que no.
Mientras tanto, en medio de este invierno caliente, Senasa (el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú) hará lo suyo y las plagas, posiblemente, también. Tendremos que afrontar la aparición o escasez de especies marinas. ¿Estaremos preparados para ello? No valdrá luego llorar a mares. Eso sí, lo primero que hay que hacer es proteger la vida. Dicen que fenómeno avisando no mata gente. O no debería.
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